Sala de Prensa

10/03/2016

Columna de opinión:

La ineficacia del 'populismo penal'.

El siguiente articulo, escrito por el Defensor Regional del Maule, fue publicado por el diario El Centro de Talca el martes 8 de marzo de 2016.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

Por Jose Luis Craig Meneses,
Defensor Regional del Maule.

En una columna anterior definimos lo que los especialistas han entendido por “populismo penal”: la estrategia que despliegan los actores políticos y del sistema penal cuando hay problemas de inseguridad ciudadana y que consiste en calmar el clamor popular mediante apelaciones al aumento de las penas, el endurecimiento de los castigos, la disminución de la imputabilidad penal juvenil y una serie de leyes que posteriormente, a la hora de la implementación, no tienen un impacto real en la prevención y disminución del delito.

Como si fuera premonitoria tal definición, en la prensa, el 25 de febrero pasado, se dieron a conocer los resultados de una ley emblemáticamente ejemplar en esto del populismo penal, la denominada “Ley Emilia” que, en conjunto con la denominada “Ley de Tolerancia Cero con el alcohol”, han demostrado no tener un impacto real en la disminución de las muertes en accidentes de tránsito causados por conductores que conducen bajo los efectos del alcohol (0,3 – 0,8 ml de alcohol en la sangre) o derechamente en estado de ebriedad (sobre 0,8 ml de alcohol en la sangre).

En efecto, en 2015 se anotó la mayor cifra de muertes por estos delitos de los últimos cinco años, llegando a 151 decesos.

Pero la mayor falta de eficacia que se demuestra con estos números es la de la “Ley Emilia”, ya que la “Ley de Tolerancia Cero”, que data de 2012, había logrado bajar la cifra de muertes, que superaba las dos centenas los años 2010 y 2011, a menos de 150 al año. Pero, a dos años de la entrada en vigencia de la ley que tuvo su inspiración en un lamentable accidente que le arrebató la vida a una lactante de nombre Emilia,  esto es 2014,  lejos de bajar aún más la cifra de muertes, como habría sido el objetivo a esperar para los no estudiosos del derecho penal y de la conducta humana, esta cifra sube de 143 a los ya anotados 151 fallecidos.

Con estas cifras se demuestra palmariamente la ineficacia, por sí solo, del mayor castigo para obtener resultados en términos de baja delictual o de resultados indeseados socialmente.

Lo que asegura éxito en el largo plazo es la toma de conciencia y el cambio de hábitos, que se logra no por un aumento de cifras en el número en el Código Penal, sino con una mejora basal en la educación y, en general, en los denominados controles sociales previos al delito.

Un control de los señalados y que hace tiempo los expertos vienen pidiendo para que surta impacto en estos delitos relacionados con la conducción de vehículos motorizados, es el endurecimiento de los controles previos a la obtención de licencia de conducir. 

No puede ser un derecho erga omnes tenerla, sino que debe ganársela el que de verdad da muestras de un control sobre sí mismo, un manejo de la normativa de tránsito por sobre la media y, además, una salud compatible con el riesgo que implica manejar en las calles de hoy.

En Europa, sobre todo, es muy difícil obtener licencia de conducir. No todos tienen este privilegio y permanentemente se está midiendo su competencia para poder desempeñarse frente al volante.

Lamentablemente, en Chile no es así. Aún existen corruptelas en el proceso de obtención y renovación, y las exigencias para mantenerla no son de una gran dificultad.  Por otro lado, el acceso al alcohol es casi indiscriminado y las costumbres de los chilenos tienden más al exceso que al autocontrol.

Lo anterior no se supera con más castigo, sino que con un conjunto de medidas que ayuden a cambiar hábitos y conductas más triviales que la comisión de un delito o la ocurrencia de un accidente, por lamentables que sean sus consecuencias.

  • subir
  • imprimir
  • volver