Sala de Prensa

04/08/2008

Puerto Montt: Corte decidirá futuro de mujer de 65 años

Mujer que era víctima de grave violencia intrafamiliar fue sentenciada a 15 años de cárcel por la muerte de su pareja.

El próximo lunes 11 de agosto la Corte de Apelaciones de Puerto Montt dará a conocer su resolución respecto del recurso de nulidad presentado por la defensa de una mujer de 65 años, Ercira Soto Almonacid, quien fue condenada el pasado 28 de junio a una pena de 15 años y un día de prisión por el delito de parricidio en contra de su conviviente.

El recurso de nulidad dice relación con la atenuante de “miedo insuperable” que no habría sido considerada por los magistrados del tribunal oral, lo que a juicio de la defensa  acredita en que la mujer era frecuentemente maltratada por su conviviente.

Los hechos ocurrieron el 16 de agosto de 2006 en el pasaje Abarca del sector San Rafael de Calbuco. Esa noche, según el testimonio de la imputada, Juan Soto Alvarado, la agredió y la amenazó en reiteradas ocasiones, ingresando un hacha al domicilio de ambos; arma que finalmente terminó utilizando la mujer en contra de su agresor, quien perdió la vida en el mismo lugar.

La acusada relató ante los magistrados que sintió miedo ante la posibilidad de perder su vida en manos de su pareja, puesto que a diferencia de otras oportunidades, en esta ocasión sintió que éste cumpliría con su amenaza.

La versión de Ercira Soto fue confirmada por tres de sus hijas que declararon en el juicio oral y que dieron cuenta de la violencia intrafamiliar a la que era frecuentemente sometida su madre. También relataron la conducta que había desplegado durante esa noche el agresor, cuando ellas quisieron celebrar el cumpleaños de su madre.

Las hijas de Ercira Soto relataron a los jueces parte del historial de violencia, amenazas, malos tratos y agresiones de diversa índole, sufridas no sólo por su madre, sino también por ellas y sus propias hijas. Cabe mencionar que incluso se dio cuenta de un delito sexual que habría cometido el fallecido en contra de una de las nietas de la acusada y del cual sólo tuvieron conocimiento a través del relato de la menor afectada cuando ésta sintió que la amenaza de tener cerca de Juan Soto había terminado.

Ahora será la Corte de Apelaciones quien decidirá el futuro de esta mujer, que  aún confía en que la vida haga justicia en un acto que ella considera de defensa propia.

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