Sala de Prensa

08/09/2008

Defensoría Penal y reducción de la delincuencia

Columna de Loreto Flores Tapia, Jefa de Estudios de la Defensoría Regional de Antofagasta

Como ya hemos escrito en numerosas oportunidades, el rol de la Defensoría Penal es proporcionar defensa penal de alta calidad a las personas que carezcan de abogado por cualquier circunstancia velando por la igualdad ante la ley, el debido proceso y actuando con profundo respeto por la dignidad de sus representados. Aquella misión se logra, por una parte, asegurando la cobertura de dicho servicio a través de defensores locales institucionales y defensores licitados y, por otra, asegurando la calidad de dichas prestaciones a través de los instrumentos de apoyo y control propios de la gestión de defensa.

En dicha lógica, al preguntarnos si la Defensoría tiene alguna responsabilidad en la reducción de la delincuencia, resultaría fácil responder en forma negativa, principalmente porque dicho objetivo no está claramente definido en nuestra misión, es decir, el fin de la reinserción social no está señalado como uno de los fines de nuestra Institución, al menos aparentemente.  Por qué decimos esto. Ello pues la realidad se impone, incluso por sobre lo que deseamos reconocer. En rigor, en la Defensoría sí existe una línea de trabajo destinada a que las personas que han sido condenadas y beneficiadas con el cumplimiento de la pena en libertad, terminen de cumplir satisfactoriamente su beneficio. Ello se logra tanto con la colaboración de los defensores y, principalmente, con la ayuda de las asistentes sociales que trabajan en la Defensoría en la denominada Unidad de Apoyo a la Gestión de Defensa quienes, entre otras funciones, realizan un seguimiento de las personas condenadas y con beneficios alternativos a la privación de libertad.

Este trabajo se realiza con bastante esfuerzo, dado el número de casos y las pocas funcionarias con que cuenta nuestro servicio. Sin embargo, es importante mencionar este trabajo el cual claramente es de impronta social, ya que reviste coordinación con otros servicios y puede ir desde encontrar un puesto de trabajo para el beneficiario o, incluso, alojamiento en caso de extranjeros. Por cierto aquella función claramente se enmarca en una finalidad mayor, cual es que nuestros representados no incumplan sus beneficios y, por cierto, no reincidan en un nuevo delito.

No está demás señalar que hay que realizar muchos esfuerzos para que una persona condenada y que ha accedido a un beneficios logre cumplirlo, muchas veces por la fuerte exclusión que afecta a las personas condenadas. Por ello si bien, aún podemos sostener que la misión principal de la Defensoría está destinada a la defensa de una persona durante un proceso en su contra, también debemos añadir que, en cierto modo, la Defensoría atiende una etapa posterior, destinada porqué no decirlo a la reinserción social.

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