Sala de Prensa

28/08/2008

Escolares sorprendidos con que algunas "travesuras" ahora son consideradas delitos

Alumnos de la Escuela Ibacache de María Pinto se informaron sobre lo que significa ser mayor de 14 años ante la ley penal.

Treinta alumnos de  octavo básico, de entre 13, 14 y 15 años escucharon con profundo interés la exposición de la Defensoría Regional Metropolitana Norte (DRMN) relativa a  los alcances de la nueva Ley de Responsabilidad Penal Adolescente. Se manifestaron sorprendidos por las situaciones a las que podrían verse expuestos ante la ley penal, pero también preguntaron mucho por los derechos que tienen como sujetos de derecho.

Con cierta sorpresa los adolescentes se informaron que conductas como la sustracción de un estuche o más aún de bienes de mayor valor como un teléfono celular, para la ley no es una mera travesura, sino que un delito que debe ser perseguido penalmente. Y si el responsable tiene más de 14 años, será imputado y formalizado por el delito de hurto. No obstante, conocieron también a la figura del defensor, que siempre estará a su lado para defender sus derechos ante la policía y la fiscalía.

El encargado de comunicaciones de la DRMN José Ignacio Aguirre expuso sobre la evolución físico y psicosocial que experimentan los adolescentes que favorecen conductas, que en algunos casos, pueden llegar al compromiso delictual. La distancia que algunos adquieren respecto de sus familias, la necesidad de integrarse y ser aceptado por sus pares (amigos), la disposición al riesgo, son todos elementos que se dan transversalmente, pero que en caso de una formación de valores débil, adquieren mucho más relevancia al momento de verse enfrentados a la posibilidad de cometer un delito. Asimismo explicó que la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente no busca incrementar la ya abultada población penal adulta con residentes cada vez más jóvenes, sino que pretende rehabilitar al joven infractor. Precisó que para los adolescentes mayores de 14 y menores de 18 años existen sanciones de regímenes cerrados, semicerrados y de libertad vigilada, como también salidas alternativas que apunten a la reinserción social del adolescente. Enfatizó que la reclusión es la última medida que se pretende aplicar, y que está reservada sólo para los autores de delitos muy graves.

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