Sala de Prensa

22/10/2021

Defensora Regional de Magallanes, Gustava Aguilar

“Si una persona muere bajo la tutela del Estado, hay que ver responsabilidades”

La autoridad analizó el trato que tienen los reos con problemas de salud mental en la cárcel y se refirió a los casos de suicidio en la cárcel. “Para los familiares no existe una respuesta adecuada”, dice.

(Por Juan Francisco Valenzuela. Diario El Pingüino, Punta Arenas, 22 de octubre de 2021)

“Si una persona muere bajo la tutela del Estado, hay que ver quien tiene responsabilidades”. En conversación con el noticiero central de El Pingüino Multimedia, la Defensora Regional de Magallanes, Gustava Aguilar, hizo un balance a lo que ha sido el año judicial del organismo. Entre otros temas, analizó la situación de las personas privadas de su libertad en los recintos penales y los desafíos que enfrentan como institución. 

En lo que va del año, dos imputados se quitaron la vida al interior del Complejo Penitenciario de Punta Arenas.

“Quizás a la sociedad no les importa las personas privadas de libertad, pero son personas que tienen derechos fundamentales y humanos. Como agentes del Estado –llámese Gendarmería, Servicio de Salud, Defensoría– tenemos obligaciones. Si una persona muere bajo la tutela de un agente del Estado, hay que ver quién tiene responsabilidades”, dice Aguilar.

 “Lamentablemente, para los familiares de estas personas no existe una respuesta adecuada”, agrega.

Los reos con problemas de salud mental pueden estar privados de su libertad en la Unidad de Psiquiatría Forense Hospitalaria Intrapenitenciaria (UPFHI). La dependencia –ubicada al interior de la cárcel– se creó a partir de un convenio entre Gendarmería y el Servicio de Salud de Magallanes. La defensora Aguilar se mostró crítica respecto su funcionamiento.

“Nosotros hemos instado a que se regularice este convenio. Tienen que establecerse obligaciones por parte del Servicio de Salud –que aporta con los profesionales– y Gendarmería debe ejercer control al interior”, dice.

En las dependencias de la UPFHI estuvo recluido Dago Mansilla Ule, un hombre de 32 años que esperaba ser enjuiciado en abril. A fines de enero, los funcionarios de Gendarmería descubrieron su cuerpo sin vida.

“Hay cámaras que debieron ser instaladas al interior de la UPFHI. Es importante monitorear a estas personas para cautelar si existe un intento de suicidio. Estas cámaras todavía no se han instalado”, señala la defensora regional.

En septiembre, Luis Ojeda Ojeda se suicidó en el módulo C, que está destinado para imputados reincidentes. “Si bien estaba en una celda solitaria, él sí había sido diagnosticado para ser internado en esta unidad forense”, precisa Aguilar.

SECCIÓN FEMENINA

“La cárcel fue construida para una población masculina, no para albergar a mujeres”, señala Aguilar. “Con esto hubo un problema latente y grave: que las personas no están solamente en lugares reducidos, sino que no pueden cumplir con la segregación de imputadas y condenadas”.

La autoridad destacó un proyecto presentado por Gendarmería y aprobado por el Consejo Regional para modernizar la infraestructura de la sección femenina del Complejo Penitenciario de Punta Arenas.

“Es un proyecto bien interesante, tiene una inversión de 500 y tantos millones de pesos, se van a readecuar 800 y tantos metros cuadrados que van a subsanar no solamente temas de habitabilidad y segregación, sino que también tendrán espacios para desarrollar talleres”, expresa.

 

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