Sala de Prensa

21/12/2008

Minimizando errores

Columna de la Defensora Nacional, Paula Vial, publicada en La Tercera el domingo 21.

El profesionalismo con que deben abordarse las funciones públicas, no exime de la exposición al error y por ello debemos esforzarnos por minimizarlos, perfeccionando los mecanismos para reparar las situaciones injustas que se derivan.

La profusa cobertura de los traspiés en los que han incurrido los fiscales del Ministerio Público en las últimas semanas, nos deben hacer reflexionar para renovar el compromiso de todos los actores de la reforma procesal penal con la calidad.

Discutir las principales fuentes de errores e injusticias o arbitrariedades puede ser un buen comienzo. Qué duda cabe que, para evitarlos, una investigación prolija exige protocolos de realización de diligencias con patrones de calidad, con lógicas de responsabilización de los fiscales sobre el trabajo realizado por sus colaboradores. Los reconocimientos en ruedas de sospechosos o en set fotográficos deben tener normas mínimas de eficacia y aptitud, con descripción previa del victimario, uso de personas con características similares y presencia del defensor. En el caso de  declaraciones voluntarias de los imputados que supongan confesiones, debe existir un ceremonial ajustado a derecho con presencia del defensor, sin presiones ni apresuramientos que puedan significar retractaciones, ambigüedades y dudas.

La exigencia para los fiscales, y para quienes colaboran con ellos, es agotar todas las posibles líneas de investigación, cumpliendo al principio de objetividad que obliga a indagar con igual acuciosidad lo que apoya una acusación como lo que la desvirtúa, manteniendo versiones comprobables y similares ante la prensa y ante los tribunales.

En el caso de los defensores, la autocrítica nos impulsa a asumir la necesidad de una gestión de defensa más activa, que suponga exigencias de desafíos y controles para con el trabajo de los fiscales, ejerciendo la labor de contraparte y garante de los derechos de los ciudadanos imputados.

Los tribunales pueden menguar los espacios de error estableciendo exigencias adecuadas de estándares probatorios, controlando el cumplimiento de todas las garantías en la realización de las actividades propias de la investigación, lo que debe funcionar como señal de exigencia de severidad en la realización de las funciones propias de cada actor del sistema procesal penal.

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