Sala de Prensa

04/02/2009

Afirmación de fiscal

Carta de la Defensora Nacional, Paula Vial, publicada en la Sección Opinión de El Mercurio.

Señor Director:

Con asombro he escuchado ayer las declaraciones del presidente de la Asociación de Fiscales del Ministerio Público, don Marcelo Leiva, quien señaló en un reportaje en televisión que “absolución” no era igual a “inocencia”. Al parecer, podrían motivar estas insólitas afirmaciones sus reivindicaciones por aumentar el número de fiscales, excusando errores y negligencias varias en un exceso en la carga de trabajo de los profesionales de esta institución.

Me pregunto qué opinaría el señor Leiva si la defensa señalara que “condena” no es igual a “culpabilidad”, especialmente considerando los casos de errores en las actividades desplegadas por los fiscales en sus investigaciones, que han aparecido en estos días y que han dejado en evidencia casos de reconocimientos mal hechos, confesiones forzadas y otros errores y arbitrariedades, que han llevado incluso a tener a personas injustamente privadas de libertad. Absolución es igual a inocencia.

En un sistema procesal penal que es una contribución a la democracia y a la afirmación del Estado de Derecho, exigimos mayor responsabilidad en las afirmaciones que personeros puedan hacer a los medios de comunicación, particularmente si aquellas pueden confundir a la comunidad, afectando los derechos de todas las personas.

Frente a pretensiones de aumento de dotación por “exceso” de trabajo, es imprescindible exigir un análisis serio de la composición de la carga de causas que lleva cada fiscal, analizando los criterios de persecución, los tiempos de investigación de cada causa, el tipo de delitos o faltas que componen esa “abundancia” y otros factores que pueden determinar el tipo de trabajo que realizan los fiscales. Justificar traspiés y abandonos en superabundancias es fácil y simplificador. Los cuestionamientos deben generar reflexión interna, acciones de mejoramiento. Este es un momento de inflexión y hay que aprovecharlo para perfeccionar el accionar de los actores de la reforma.

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