Sala de Prensa

04/08/2009

En casa del jabonero el que no cae... resbala

Columna del Defensor Regional de Los Ríos, Erwin Neumann, publicada en Diario Austral.

Este refrán representa una realidad en nuestra sociedad; como Defensores, somos testigos de ello.

Muchas veces –más de las que Ud. pudiera imaginar– hemos asumido la Defensa Penal de personas que –de alguna manera– han puesto en duda la pertinencia del derecho que tiene todo ciudadano a Defensa Penal letrada.

Quienes con tanta fuerza han señalado que el Estado no debiera cumplir con su obligación de proporcionar Defensa a los ciudadanos que son imputados, de pronto se han visto involucrados (ellos o familiares) en hechos que revisten carácter criminal. En ése momento se valora la existencia de la nueva Justicia Penal, de una Institución con profesionales de alta calidad, o simplemente el respeto a Principios básicos, como la Igualdad ante la Ley, o el Principio de Inocencia.

Siempre he sostenido que cometer un delito es más fácil de lo que se cree; el punto radica en que es fácil ver las faltas cometidas por otros, antes que las propias. Es difícil ponerse en los zapatos del otro. Por ello, es importante analizar estos temas, como si fuera uno el que se encuentra en la situación específica, y de cómo le gustaría que fuese tratado cuando se enfrenta a la Justicia, a un comentario, o información.

Conducir con unas copas de más; llevarse un “recuerdo” de un hotel; sacar un chocolate o perfume de un supermercado y no pagarlo; causar daño a la propiedad pública; amenazas proferidas al calor de una discusión; portar cortaplumas; libros o discos compactos “pirateados”, son, entre otras, acciones habitualmente realizadas por las personas, sin darse cuenta que se trata de hechos sancionados por la Ley. Y otros sticasmás graves.

La Defensoría Penal Pública tiene por misión prestar apoyo legal a las personas acusadas de un delito, que carezcan de abogado, porque es fundamental que, ante la persecución penal que inicia el Estado, se respete el derecho de la persona investigada a entregar su versión de los hechos, que se valore objetivamente la evidencia sobre su participación, el contexto y circunstancias en que fue cometido, como las atenuantes que existieran.

Las noticias recientes trajeron a mi memoria este refrán, que manifiesta un pensamiento profundo y que encierra una gran verdad. Nos encontramos en la prensa con situaciones que cobran especial importancia, más aún cuando muchas opiniones sobre la labor de la Justicia, provienen de personas que tienen un grado de influencia en lo social, cultural, económico o político. La vida en sociedad es así, se puede pasar de implacable persecutor a imputado, o viceversa.  La materia Penal es como la casa del jabonero: “El que no cae… resbala”.

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