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05/11/2009

Realizan completo seminario internacional sobre "Hombres y violencia hacia las mujeres" en el Centro de Justicia

Decenas de asistentes revisaron experiencias prácticas de varios países. En representación de la Defensoría Penal Pública, la abogada Alejandra Castillo expuso el trabajo institucional en materias de violencia intrafamiliar y de género.

Eran más de las 15.30 horas de ayer y el auditorio de la Defensoría Penal Pública en el Centro de Justicia de Santiago estaba prácticamente lleno. El interés de los asistentes –entre ellos varios representantes de la Defensoría Penal Pública- era evidente, más allá de que la actividad que los reunía había comenzado temprano, pasadas las 8.30 de la mañana. Todos estaban ahí para participar en un seminario internacional y su tema central explica la masiva concurrencia y el interés general, porque está sobre la mesa y, tristemente, también impreso casi diariamente en los titulares de la crónica roja: “Hombres y violencia hacia las mujeres”. El encuentro tuvo como objetivo desarrollar un debate crítico sobre enfoques, estrategias de intervención y resultados de experiencias de trabajo con hombres agresores y fue co-organizado por la Corporación DOMOS, el Colectivo “Masculinidades Autónomas No Opresivas y Sensibles”, la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y el Domestic Abuse Intervention Proyect de Canadá, respectivamente. Tras la apertura y de la exposición del audiovisual “Sólo faltas tú”, se efectuó un panel inaugural, en el que intervinieron la ministra del Sernam, Carmen Andrade; el subsecretario de Justicia, Jorge Frei, y la directora ejecutiva de DOMOS, Carolina Peyrin. Luego, en dos paneles consecutivos, los asistentes participaron de ponencias y discusiones sobre “Abordajes con hombres que ejercen violencia hacia la pareja”, revisando experiencias en España, Canadá, Perú y Chile, con la intervención de Clara Castillo, Rafael Soto, Ivonne Fernández, Atilio Machiavello y Sergio Henríquez, entre otros expertos, especializados la mayoría de ellos en el trabajo práctico con hombres que ejercen violencia en la pareja.

EL ROL DE LA DPP Por la tarde, la temática matinal dio paso a un diálogo intersectorial cerrado, entre directivos de sectores públicos, panelistas, organizaciones convocantes, patrocinadores y auspiciadores. En ese contexto, Alejandra Castillo, abogada de la Unidad de Estudios de la Defensoría Penal Pública, compartió espacio de debate con representantes del Sernam, el Ministerio Público, el Ministerio de Justicia, la División de Seguridad Pública, el Ministerio de Salud y ambas policías, además de invitados de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID), el Observatorio de Género y Equidad, la Red MenEngage y la Embajada de Estados Unidos, respectivamente. En su alocución, representativa de la institución, Alejandra Castillo explicó a los presentes que para cumplir mejor con su función principal –otorgar defensa penal a todas las personas, sin importar su condición social, de género y edad, entre otros factores-, la Defensoría Penal Pública realiza permanentemente estudios para elaborar una adecuada estrategia de actuación en los casos de violencia intrafamiliar y de género en que le toca intervenir, y a los cuales la institución otorga una creciente relevancia en su trabajo interno. “El problema que subyace a la violencia intrafamiliar y, particularmente, a la que se ejerce en contra de la mujer, es un problema de discriminación (…) Lo que nos debe preocupar es cómo estamos percibiendo como sociedad el derecho a la igualdad, pues una cosa es su reconocimiento institucional y otra, muy distinta, es el ejercicio de una igualdad material”, señaló. También mencionó inspecciones en terreno para revisar el desempeño de los defensores públicos y distintos estudios –ya efectuados por la DPP o en proceso- en temas de violencia de género, aborto y parricidio, con la finalidad de obtener no sólo datos concretos y representativos de estas realidades, sino también de lograr una visión panorámica de estas temáticas. “Por ejemplo, nosotros ya sabemos, como dato empírico, que en la mayoría de los casos de violencia intrafamiliar los agresores son hombres. Sin embargo, esa tendencia se invierte cuando se trata de parricidio, pues en ese tipo de delitos la mayoría está compuesta por mujeres. La razón –intuitiva al menos- es que el parricidio viene a ser el último acto agresivo de este ciclo violento en el que se han desenvuelto toda su vida”, aclaró. A partir de los datos que arroja el propio trabajo cotidiano de los defensores, la abogada relevó la importancia de lo que llamó “una reconstrucción racional de un derecho penal moderno”, que no pone el acento en el endurecimiento de penas, sino en prevenir y resocializar. Es importante, dijo, que existan tratamientos diferenciados en el caso de los hombres agresores, pues ellos no son un delincuente común y porque muchas veces tienen una vida estructurada y su consideración o categorización delictiva causa estragos irreparables en sus vidas”. Paralelamente, durante el encuentro, los expertos canadienses que participaron de la organización efectuaron un entrenamiento en el trabajo con el llamado Modelo Duluth, destinado a 65 profesionales y técnicos que trabajan en violencia intrafamiliar.

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