Sala de Prensa

17/05/2010

Estuvo siete meses en prisión preventiva y era inocente

El pasado viernes 14, el Ministerio Público dio a conocer su decisión de no perseverar en su acusación contra Patricio Peña Carvacho, debido a que no existían antecedentes serios para seguir con el procedimiento.

El sábado 27 de marzo y después de mucho tiempo, Patricio Peña Carvacho volvió a sonreír. Ese día su abogado defensor, José Makluf (ver foto), le dijo que era probable que saliera de la cárcel donde cumplía prisión preventiva, ya que no habría sido reconocido por los testigos del delito que se le imputaba.

“Después de haber pasado tanto tiempo privado de libertad por un delito que no cometí, y de no haber visto a mi hija en estos siete meses, estoy feliz y agradecido de mi defensor, que en todo momento creyó en mi inocencia e hizo todo lo que estuvo a su alcance para probarlo”, afirma hoy Patricio.   Hace un año, Peña Carvacho realizaba labores domésticas en un fundo de Vallenar para ayudar a su hija que vive en la ciudad de Copiapó, momento en el cual fue acusado de sustraer un automóvil previa intimidación al propietario de éste.

Ante los ojos incrédulos de su cliente, el defensor penal público José Makluf le advirtió luego que en la audiencia respectiva, el Fiscal podría solicitar en su contra prisión preventiva, la más gravosa de las medidas cautelares, ya que se le imputaban uno o más delitos. “Es probable que haya salido con una sensación de angustia de la oficina, al pensar que iba a perder su trabajo y también por la posibilidad de no ver a su hija crecer”, comenta el profesional.

Llegó entonces el momento de la formalización de la investigación, que de paso dio inicio al calvario de este hombre inocente acusado de un grave delito. El juez escuchó las imputaciones, analizó las pruebas presentadas por el fiscal, observó al imputado y decretó la prisión preventiva, ordenando su ingreso al Centro de Cumplimiento Penitenciario de Copiapó.

En cinco oportunidades posteriores el abogado defensor solicitó que se revocara la prisión preventiva pero no tuvo frutos, de modo que la internación de Peña Carvacho se mantuvo finalmente por siete meses y 22 días.

Ante esta situación, la defensa del imputado solicitó en reiteradas oportunidades un reconocimiento en rueda de presos. Cuando finalmente el tribunal accedió, el imputado apareció solo y la defensa se opuso a exponerlo, ya que “esto no es ningún reconocimiento, sino más bien una constatación de que esa persona engrillada y con su chaleco de imputado sea la que los asaltó”, explica hoy Makluf, recordando ese momento.

LA TERCERA ES LA VENCIDA… La segunda vez, ni la víctima ni los dos testigos se presentaron, pero en la tercera rueda de reconocimiento, ninguno de los testigos logró reconocer a alguno de los cuatro imputados que se encontraban en aquella sala iluminada, tras un vidrio que no permite que testigos e imputados puedan verse.

Hasta ese momento, el imputado no sabía nada sobre su suerte, pero Makluf le explicó pronto que era muy probable que saliera de la cárcel, ya que no ha sido reconocido por los testigos del delito investigado.

Finalmente, hace pocos días el juez se pronunció sobre la petición del Ministerio Público de no perseverar y dejó sin efecto la formalización de Peña Carvacho, quien recobró su libertad después de haber pasado casi 8 meses recluido injustamente.

Consultado sobre la resolución de esta causa, el Defensor Regional de Copiapó, Francisco Nehme Carpanetti explicó que “esta resolución es muy importante para don Patricio, pues recupera su libertad luego de estar privado de ella durante largos meses, a nuestro juicio de manera injusta, pues de acuerdo con nuestro análisis los antecedentes que eventualmente lo incriminaban no tenían la suficiencia necesaria para lograr tal objetivo y, de esta manera, se destruyó la presunción de inocencia de la que goza tanto él como cualquier persona que sea imputada de un delito”.

La autoridad regional consideró, además, que Peña Carvacho estuvo “innecesariamente” privado de libertad, pues la diligencia de reconocimiento se había solicitado desde un comienzo de la investigación, aunque no se había podido realizar porque “el fiscal de la causa pretendía llevarla a efecto con la sola presencia del inculpado preso, sin atender a la forma correcta de cómo debe realizarse la misma, es decir acompañado de otras personas de similares características y ropaje, con el objeto de que tal diligencia sea lo más objetiva posible". Al comentar el resultado de esta causa, Nehme envió sus felicitaciones al defensor Makluf, "pues siempre batalló por la correcta aplicación de la diligencia sin perder el horizonte de su defensa”.

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