Sala de Prensa

31/05/2010

Defensores logran absolver a joven acusado por bomba casera en DPP de La Araucanía

Edgardo Hernández, estudiante de Tecnología Médica de la Universidad de Chile, fue imputado como autor -conforme a la Ley Antiterrorista- de la detonación de una bomba que fue instalada en el acceso al edificio que comparten la Defensoría Regional y una empresa constructora.

En un fallo unánime, los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Temuco absolvieron de todos los cargos al joven Edgardo Hernández Lucero, egresado de Tecnología Médica de la Universidad de Chile, a quien se le imputaban varias conductas tipificadas como terroristas. En marzo de 2009, Hernández fue sindicado como autor de la colocación y detonación de un artefacto explosivo, que fue instalado a la salida del edificio en que la Defensoría Regional de La Araucanía comparte oficinas con una empresa constructora

En ese hecho, al joven universitario se le atribuyó la difusión de un correo electrónico que, según el Ministerio Público, habría sido enviado desde un cibercafé distante a 300 metros del lugar de la explosión y cuyo contenido incluía un comunicado, firmado por un grupo anarquista.

Luego de cinco días de intenso debate y presentación de pruebas testimoniales y documentales, los abogados del imputado, Álvaro Valdebenito -defensor local jefe de Temuco- y Marcelo Pizarro, de la Unidad de Estudios, lograron desvirtuar la tesis del Ministerio Público en cuanto a la autoría atribuida a Hernández Lucero en esta causa, destacando la larga trayectoria social del imputado, quien en la madrugada del 11 de diciembre de 2008 –fecha en que se sitúa la ocurrencia de estos sucesos- se encontraba en la comuna de Ercilla, apoyando la coordinación de un operativo dental, desarrollado para brindar atención médica a la comunidad mapuche de Temucuicui.

PRUEBA DE LA FISCALÍA La Fiscalía centró su prueba en intentar acreditar que el imputado habría enviado un comunicado en el que se atacaba a un organismo de la justicia chilena y que se habría dirigido a la Defensoría a instalar y hacer detonar un artefacto explosivo de tipo casero, tipificando tales hechos como una conducta terrorista y atribuyéndole al acusado participación en ello.

Para Hernández, el logro de la absolución en este largo proceso “no se condice con la abultada penalización mediática en la cual me vi entrampado y que, de un momento a otro, cambió el estado normal de mi vida”, afirmó.

Actualmente el joven reside en Santiago y se encuentra a la espera de conocer la decisión de la Fiscalía sobre la posible interposición de un recurso de nulidad en esta causa, que implicó un arduo trabajo de coordinación de los defensores penales públicos, quienes se demostraron satisfechos por la resolución judicial.

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