Sala de Prensa

24/06/2010

Paga Moya...

La siguiente columna de opinión, escrita por Marco Montero Cid, jefe de Estudios de la Defensoría Regional de Los Ríos, fue publicada hoy en el Diario Austral de Valdivia, a propósito del caso de Cristián López.

Quién puede dudar que la labor de la justicia, en especial la penal, se ha mediatizado. No pretendo dramatizar sobre esta realidad, simplemente constatar un hecho.

El problema surge cuando la imputación de un delito es errada. Uno esperaría que con el mismo interés con que son exhibidos a la audiencia los rostros e identidades de las personas imputadas de un delito existiera un reconocimiento y –por qué no- un resarcimiento de los daños por estos errores, cuando el curso de la investigación o el juzgamiento determina lo contrario.   En estos días hemos visto cómo se ha enjuiciado públicamente a una persona, a quien incluso se le apodó el “violador de Nuñoa”. 

En estrado se sostuvo que existían antecedentes suficientes para considerar a este ciudadano responsable de violación. Se indicó que el reconocimiento practicado por las víctimas al detenido era un  indicio que bastaba  para considerarlo autor de estos hechos, y no obstante lo alegado por la defensa, se le privó de libertad por ser un peligro para la sociedad. El culpable quedaba tras las rejas. Las víctimas expresaban su conformidad y alivio. Había satisfacción por la labor realizada.

Sin embargo, las pruebas de ADN demostrarían que don Cristián López no era el autor de estos delitos. Como lo expresó su defensa, “el daño ya está hecho”. Enfrentado a esta dura y cruel realidad, surge la interrogante: ¿Quién se responsabiliza del error cometido? ¿Las víctimas, que no fueron prolijas en los reconocimientos? ¿Las instituciones a cargo de la persecución, que no fueron rigurosas en sus procedimientos? ¿La instancia judicial, que no ponderó adecuadamente los antecedentes? ¿Los medios, que anticiparon un juicio de culpabilidad?

En fin, la lección que nos queda es revisar los criterios y estándares con que se realizan estos reconocimientos, porque sabemos que en este, como en otros casos, simplemente paga Moya…

Por Marco Montero Cid, jefe Departamento Estudios Defensoría Regional de Los Ríos.

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