Sala de Prensa

01/07/2010

Funcionarios de la DPP de O'Higgins regalan congelador de alimentos a ancianos de Pichilemu

El hogar Enrique Padros Claret alberga a cerca de 15 ancianos, que si bien reciben a menudo donaciones de alimentos, no tenían cómo mantenerlos, por lo que necesitaban urgentemente el electrodoméstico.

El 27 de febrero no sólo dejó huellas en el borde costero de Pichilemu, que se vio fuertemente afectado por el terremoto y posterior tsunami que afectó a la zona centro sur del país. Entre otras miles de historias que se vieron alteradas, la catástrofe también afectó la vida normal de los 15 ancianos que atiende el hogar “Enrique Padros Claret” de Rancagua, ya que esa misma noche, y debido al peligro de un inminente derrumbe, debieron evacuar la antigua casona que los albergaba.

Afortunadamente, con ayuda de la comunidad y de las autoridades locales se pudieron rescatar varios de los enseres y pertenencias de los abuelitos. Sin embargo, las carencias de este grupo de ancianos siempre van más allá del aporte de los socios, dato que motivó a los funcionarios de la Defensoría Regional de O’Higgins para hacer un gesto a la comunidad pichilemina a través de estos ancianos.

Aprovechando la realización de una capacitación de la Defensoría en el balneario, un grupo de trabajadores, el Defensor Regional, Alberto Ortega, y al alcalde de Pichilemu, Roberto Córdova, llegaron hasta el hogar para entregarles un congelador de alimentos de amplia capacidad.

Según Jaime Muñoz, director del hogar, “son varias las donaciones de alimentos que llegan desde empresas regionales. Sin embargo, los refrigeradores no daban abasto para su conservación, y mucho de esa comida terminaba en la basura. Por eso teníamos la  necesidad de tener un frízer que permitiera congelar y conservar los alimentos por mucho más tiempo”.

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