Sala de Prensa

05/07/2010

Imputado fue absuelto tras once meses privado de libertad

Se trata de un nuevo caso, ocurrido en la comuna de San Clemente (Región del Maule) el 11 de junio de 2009. La defensa alegó la inconsistencia de los testigos y las pruebas. El Tribunal Oral de Talca declaró inocente al imputado y la Corte de Apelaciones respaldó la decisión, rechazando un recurso de nulidad.

Fue imputado del delito de robo con violencia y tras revisar la causa y escuchar la declaración de la víctima, los testigos y los intervinientes, el Tribunal de Juicio en Lo Penal de Talca determinó que el trabajador Carlos Bravo Ailio (ver foto) era inocente y debía quedar en libertad tras pasar once meses en prisión preventiva en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Cauquenes.

Este es un nuevo caso ocurrido en la Región del Maule, en que una persona es absuelta y recupera su libertad gracias al trabajo desarrollado –en este caso- por la abogada Carla Pérez Trigo, de la Defensoría Penal Pública.

La historia de este caso se inició el 11 de junio de 2009, en la comuna de San Clemente, cuando Carlos Bravo Ailio tuvo una discusión con la supuesta víctima en la vía pública, y ésta recurrió a Carabineros para denunciar que Bravo supuestamente lo había amenazado con un arma, con el fin de quitarle sus pertenencias.

Producto de lo anterior, Bravo Ailio fue detenido en el domicilio de un conocido suyo, mientras participaba de una fiesta, y luego fue llevado hasta el Juzgado de Garantía de Talca, donde se decretó que quedara en prisión preventiva en la cárcel de Cauquenes.

ABSUELTO EN JUICIO ORAL Durante el juicio oral no se pudo acreditar que el arma de fabricación artesanal estuviese en poder del imputado, lo mismo que las especies objeto del robo. Bravo insistió en su inocencia y en que desconocía el arma hechiza en cuestión.

Tampoco fue convincente la declaración de los testigos presentados por el Ministerio Público, entre ellos funcionarios de Carabineros de San Clemente y una persona, dueña de la casa donde se realizaba la fiesta, y quien –según testimonio policiales- al momento de los hechos estaba en manifiesto estado de ebriedad y presentaba serios problemas visuales -como constató el tribunal-, entrando además en contradicciones en su declaración.

Según consigna la sentencia del tribunal, los hechos no se encuadran “dentro de la figura típica de robo con intimidación, por cuanto faltan los elementos de intimidación y apropiación” -que no fueron acreditados-, por lo que los magistrados resolvieron absolver al imputado.

Sin embargo, tal decisión fue apelada por el Ministerio Público mediante un recurso de nulidad presentado ante la Corte de Apelaciones de Talca, instancia que lo rechazó, ratificando así la decisión del tribunal oral.

SU PADRE MURIO MIENTRAS ESTABA PRESO Pero esta historia trajo consigo otro drama humano. Según Carlos Bravo, durante el tiempo que permaneció en prisión preventiva, su padre enfermó y luego murió, producto de una depresión, causada precisamente –como indicó- por el problema que lo afectaba.

Bravo pudo concurrir al funeral de su padre, pero engrillado y custodiado por Gendarmería, lo que le causó tristeza y rabia,  más aún porque estaba plenamente convencido de su inocencia.  “Mi padre nunca había enfermado. Las personas que entienden dicen que estaba con depresión y yo llevaba tres meses en la cárcel”, explicó.

Por ello, hoy en su domicilio en San Clemente, Bravo destaca la labor de la defensora penal Carla Pérez Trigo, quien contribuyó al esclarecimiento de los hechos para alcanzar su libertad. Agregó que retomará su vida, buscará nuevos horizontes laborales y verá la manera de presentar acciones legales en contra de quienes le imputaron tan gravísimos hechos.

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