Sala de Prensa

17/11/2010

Defensor Regional de Los Lagos: "Hay que dejar madurar a la reforma procesal penal"

Francisco Geisse evaluó los 10 años del nuevo sistema de enjuiciamiento criminal durante un seminario organizado por la Universidad San Sebastián de Puerto Montt.

A pesar de que la reforma procesal penal cumple 10 años el próximo mes –a nivel nacional-,  el Defensor Regional de Los Lagos, Francisco Geisse, dijo que aún “hay que dejarla madurar”. El abogado emitió estas declaraciones durante el seminario “10 años de la reforma procesal penal”, organizado por la Universidad San Sebastián de Puerto Montt y cuyo principal orador fue el Fiscal Nacional, Sabás Chahuán.

También participaron como panelistas la presidenta (s) de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, Teresa Mora; el propio Defensor Regional y el seremi de Justicia, Marco Velásquez. 

Durante su intervención, Geisse dijo que se debe recordar que la puesta en marcha de la reforma fue paulatina, empezando por dos regiones piloto a las que progresivamente fueron sumándose las demás, proceso que culminó hace cinco años con el inicio del nuevo modelo en la Región Metropolitana, que concentra el 40 por ciento de las causas de todo el país. 

Por lo mismo, consideró que el tiempo transcurrido ha sido muy poco como para esperar que el proceso esté finalizado o para seguir agregándole modificaciones que lo alejan de su espíritu inicial. 

“A pesar del escaso tiempo transcurrido  y de lo difícil que es evaluar en un periodo tan breve la instalación de un sistema complejo, ya se han producido –a lo menos- más de ocho modificaciones legislativas al Código Procesal Penal, las que en su mayoría aumentan las atribuciones policiales o del Ministerio Público y facilitan la aplicación de la prisión preventiva, intentando mostrar eficiencia en la persecución delictual, pero desdibujando la coherencia del sistema, focalizándose de manera puntual en temas muchas veces accesorios”, opinó Geisse.

ABUSO DE LA PRISIÓN PREVENTIVA Según el Defensor Regional, un ejemplo de ello “es que al inicio de la reforma la prisión preventiva cumplía un rol excepcional. Se concibió como una medida cautelar de última ratio. Su uso estaba reservado para los casos más gravosos, la utilización era limitada y también cautelosa, ya que tenía que ser justificada y era una manifestación evidente del cambio del sistema. La agenda corta amplió su aplicación y la práctica ha hecho que en muchos casos la cautela se haya abandonado, aunque esta medida muchas veces afecta a personas que luego son absueltas, como sucedió con 639 casos en 2009”.

Pese a esto, Francisco Geisse aseguró que esta reforma es la experiencia “más exitosa de puesta en marcha en nuestro país de una política pública”, aunque “este éxito es muy distinto a la búsqueda de la eficiencia, que algunos confunden con la capacidad del Estado para condenar personas. El parámetro fundamental no es únicamente la cantidad de condenados, sino la cantidad de respuestas que el sistema puede ofrecer. Otras respuestas son igualmente legítimas y así el Estado puede discriminar en qué caso la sanción es necesaria y en qué otros no lo es. Dentro de las otras respuestas posibles quiero destacar que en este sistema procesal penal las salidas alternativas han cobrado una importancia relevante y más del 40 por ciento de las causas terminan en suspensiones condicionales o acuerdos reparatorios”, dijo.

Como una forma de lograr un procedimiento más eficiente, Geisse aclaró que el sistema penal debe estar reservado a los casos más graves.  “No podemos seguir penalizando todo y el filtro debería ser más efectivo, si no la eficiencia se hundirá en delitos de bagatela y el sistema, estresado por el incremento en la judicialización de las causas, se mecanizará, las audiencias tendrán que realizarse en cinco minutos o menos y el lenguaje de jueces, fiscales y defensores será cada vez más incomprensible para imputados y víctimas”.

REFORMA Y MEDIOS Según el Defensor Regional, esta falta de comprensión puede tender a alejar al sistema  de la gente, más aún si se considera el hecho de que la información que los medios brindan sobre el procedimiento penal sigue atada al antiguo modelo inquisitivo, afectando así la presunción de inocencia.

“Para los medios de prensa, la etapa de investigación sigue siendo el núcleo de su actividad periodística, tal como era en el antiguo sistema, en el que el carácter secreto del sumario era superado mediante el uso de fuentes informales, anónimas, por lo general policiales. Esto quizás se justificaba cuando no existía la presunción de inocencia, la libertad del procesado era siempre provisional, el sumario era secreto para todos y el procesamiento equivalía a un veredicto. Mucho de esta manera de informar subsiste, pero no sólo es responsabilidad de los medios de comunicación, sino que de todos los actores que participamos en el sistema”, aseguró Geisse.

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