Sala de Prensa

14/12/2010

Cárceles, no bastan más metros cuadrados

Esta columna de opinión del Defensor Regional de Los Ríos, Erwin Neumann, fue publicada por el Diario Austral de Valdivia el pasado 10 de diciembre.

Los 81 internos muertos en el incendio de la cárcel de San Miguel, nos obliga  a mirarnos como país y ver, con estupor, las profundas contradicciones entre alegres cifras macroeconómicas y nuestro ingreso a la OCDE, con las degradantes condiciones carcelarias que hemos obviado por décadas. La manera en  como un Estado y una  sociedad se hace cargo de sus presos habla mucho de su grado de civilización.

Un suceso tan doloroso como éste, debiera movilizarnos hacia la respuesta y la acción, y hacernos ver lo que, indolentemente, hemos invisibilizado como Estado.  

Algunas cifras y datos  que dan cuenta de esta urgencia; entre 1998 y 2009 la población penal creció en un 75%, no obstante,  el  aumento de la población penal y la mejora de la infraestructura carcelaria no han avanzado a la par. Además, existe un enfoque centrado en la seguridad en detrimento de la reinserción social y, la que hay, es débil en recursos, contenido  y cobertura.

También resulta dificultosa la aplicación de mecanismos alternativos al presidio, puesto que nunca se ha aprobado un plan de financiamiento que asegure su efectividad en términos de supervisión  y contenido programático.  Además, las penas no privativas de libertad,  cargan con el estigma de que  son  percibidas como “mano blanda” o se asocia a la famosa puerta giratoria. La búsqueda de réditos políticos,  el sensacionalismo de algunos medios, la simplificación de la respuesta con la cárcel como única sanción desde la perspectiva “ejemplificadora”, no importando la proporcionalidad delito - pena, han aportado a este rechazo. Este discurso, esgrimido por muchos, hoy se contradice producto de la tragedia.

Hay voces que lo han advertido, hay diagnósticos al respecto, y, tristemente, hay una consecuencia terrible hoy que los corrobora. 

Este Bicentenario ha sido pródigo en pruebas y lecciones; démonos por enterados de que la historia algo nos reclama y que la confluencia de voluntades hoy nos apremia.

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