Sala de Prensa

09/02/2011

Dos años preso sin ser culpable (*)

El acusado permaneció largo tiempo en prisión preventiva, lo que para su defensor, Antonio Guerra, refleja una investigación poco acuciosa.

(*): El siguiente artículo, escrito por la periodista Sara Curumilla, fue publicado hoy por el diario La Estrella de Chiloé. 

La Fiscalía no recurrió de nulidad en relación al fallo dictaminado tras el juicio que se siguió en contra de dos personas que fueron acusadas de la violación con homicidio de Ema Igor Ascencio (81). Con las pruebas allegadas a una de ellas no se le probó culpabilidad.

El 10 de enero de 2009, “Emita” fue encontrada muerta en el interior del club social Estrella Insular, en la ciudad de Ancud, donde trabajaba desde hacía más de una veintena de años. El hecho causó una gran conmoción en la comunidad ancuditana, donde la anciana era bastante conocida y muy querida.

Después de una larga investigación, los antecedentes del caso se analizaron durante una semana y media en un juicio efectuado en el Tribunal Oral de Castro. Los diferentes testimonios y pruebas técnicas -que sumaron alrededor de 40- llevaron a sala que encabezó la jueza Angélica Monsalve, “más allá de toda duda razonable”, al convencimiento que sólo uno de ellos había sido el autor de los hechos.

Se trata de Javier Andrade Galindo (42), oriundo de la provincia de Llanquihue, quien fue condenado a la pena de presidio perpetuo simple.

En la misma oportunidad, al ser absuelto de la acusación Jaime Moraga Muñoz (34), oriundo de La Pintana, fue dejado en libertad, pero hasta que no estuviese ejecutoriada la sentencia se resolvió su firma semanal en Carabineros, en la Región Metropolitana.

El fiscal, Javier Calisto, el día que se conoció la sentencia, sostuvo que se iba a estudiar el fallo para aprovechar la posibilidad de interponer algún recurso, si a su parecer lo ameritaba. Sin embargo, no ocurrió en el plazo que existía para la realización de la diligencia judicial.

LAMENTO Para el defensor penal público Antonio Guerra (foto interior), “si el Ministerio Público no presentó ningún recurso significa que está conforme con la sentencia". Sin embargo, el abogado señaló que lamentablemente el resultado implica que al ser absuelto Moraga, éste estuvo dos años en la cárcel producto de la investigación de la Fiscalía, que nunca tuvo las pruebas suficientes “para probar su culpabilidad”.

Dijo, asimismo, que lo ocurrido con su defendido –quien, siendo inocente, permaneció recluido tanto tiempo- "se ha dado en tres o cuatro ocasiones por lo menos en el país, desde la puesta en marcha de la reforma procesal penal”.

Añadió que la única prueba que tenía la fiscalía fue la presencia de “un octavo de una huella digital” impreso en sangre, “pero nunca el Ministerio Público logró explicar por qué esa huella estaba ahí”. Agregó que bien pudo haber correspondido a Erwin Andrade o a la señora Ema Igor.

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