Sala de Prensa

14/02/2011

Eduardo Morales: "Es un empujón a la carrera delictual" (*)

Defensor Regional de Valparaíso entregó duras cifras y realizó crítica al sistema de la reforma penal adolescente.

(*): El siguiente artículo, escrito por la periodista Erica Bravo, fue publicado en El Mercurio de Valparaíso el pasado sábado 12 de febrero.

Una fuerte crítica al sistema de la reforma penal adolescente realizó ayer el Defensor Regional de Valparaíso, Eduardo Morales, quien sostuvo sobre la base de un estudio realizado por la propia Defensoría con antecedentes de los últimos tres años, que “algunas cifras revelan las insuficiencias de un sistema que no ha logrado instalar e irradiar la especialización de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente”.

La Unidad de Defensa Penal Juvenil de la Defensoría Penal Pública, con la cooperación técnica de Unicef, elaboró el informe estadístico “Tres años de vigencia LRPA del 8 de junio de 2007 al 7 de junio de 2010”.

-¿Qué se concluye del informe? El estudio concluye que a tres años del inicio de la implementación de la justicia juvenil, aún hay desafíos pendientes. Algunas cifras son reveladoras de las insuficiencias de un sistema que no ha logrado instalar e irradiar la especialización de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente frente a las lógicas político-criminales e institucionales propias de la criminalidad del mundo adulto”.

-El estudio revela una baja en la internación provisoria... Es positivo que el porcentaje de internación provisoria haya disminuido, pero lo negativo se ve reflejado en la extensión del promedio de días de aplicación de la internación provisoria, pasando de 81,1 días en el primer año a 118,9 en el tercer año.   SANCIONES Eduardo Morales destacó que otro aspecto tiene que ver con la proporcionalidad de las medidas cautelares. “Las sanciones finalmente decretadas tras la internación provisoria son fundamentalmente no privativas de libertad. El 77,1 por ciento no fue sancionado a una pena privativa de libertad en el primer año, mientras que en el tercero lo fue un 65,2 por ciento”.

-¿Cuántos jóvenes privados de libertad quedaron absueltos? Un total de 127 jóvenes con sentencia absolutoria fueron sometidos a internación provisoria durante la tramitación de su causa, a nivel nacional, y veinte en nuestra región”.

-¿Qué le parece dicha situación? “Los adolescentes imputados que finalmente son absueltos pero privados de libertad mientras se tramita su causa, son un mal indicador.

-¿Cuáles son los principales delitos cometidos por adolescentes? El informe revela que los delitos contra la propiedad son los más frecuentes a nivel de adolescentes.

-¿Se ha cumplido a su juicio el objetivo de la reforma penal adolescente? La reforma se estableció para contar con un sistema penal que responsabilizara a jóvenes por los delitos que cometían y que se hiciera cargo de la adolescencia, lo que requería una especialización (...). No se trata de bajar la edad en la cual las personas puedan estar sujetas al castigo penal, sino que se trata de crear un sistema nuevo, distinto, que se haga cargo de la particularidad de los jóvenes.   NO HAY ESPECIALIZACIÓN -A su juicio, ¿qué es lo que falta? Acá falta capacitación. La Defensoría Penal ha hecho un tremendo esfuerzo con muy pocos recursos para contar con defensores especializados, pero no tenemos un sistema especializado. De hecho, en algunos tribunales hemos logrado tener salas con dedicación exclusiva para adolescentes o con dedicación preferente para adolescentes, lo que no significa que tengamos tribunales verdaderamente especializados. El Ministerio Público también en el último año ha venido haciendo esfuerzos para tener una mirada peculiar y adecuada de la responsabilidad penal de los adolescentes, pero también con dificultades y falta de recursos.

-¿Cuáles son las consecuencias de aquello? Eso se ha traducido en que si bien ha disminuido el número de jóvenes en internación provisoria, se ha prolongado la internación por mucho tiempo. La prisión preventiva es perversa, criminógena. Es un empujón hacia la carrera delictual. Cualquier sistema de responsabilidad juvenil debe considerar la prisión preventiva o internación provisoria como última alternativa, porque todos sabemos los daños que produce la permanencia en la cárcel. Es un empujón a la carrera delictual, por mucho que los trabajadores del Lihuén hagan lo posible por rehabilitar a los jóvenes”.

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