Sala de Prensa

26/04/2011

La carne es débil

La siguiente columna de opinión, escrita por la Defensora Nacional, Paula Vial Reynal, fue publicada en la última edición del semanario The Clinic.

Somos humanos, débiles en consecuencia. Desde el existencialista más convencido de la responsabilidad en la construcción del ser hasta el católico más devoto que recuerda justamente esta semana que Jesús se sacrifica por esta condición humana. Debemos ser fuertes entonces.

Tenemos que vencer la tentación de ceder al populismo penal, buscando en la propuesta de endurecimiento del sistema la respuesta a todo. Tenemos que vencer la tentación de recurrir al orden y el control excesivo para evitar el disenso o la crítica, criminalizando la protesta.

Tenemos que vencer la tentación de rendirnos a los flashes y las luces, con parafernalia, efectismo y falta de rigor, para lograr consistencia entre lo que señalamos y lo que podemos probar. Tenemos que resistirnos al impulso de caricaturizar a ciertos grupos sociales, simplificando la estigmatización en el rechazo al otro, el extraño, el anormal.

Sobrellevar esa fragilidad nos obliga a resistirnos al impulso de construir un relato desde el lenguaje fantasioso, aquel que construye “verdades” desde la imaginación fecunda y no desde lo fáctico. El relato satírico que, como en el llamado caso “bombas”, pretende hacernos creer que hay financiamiento externo a una organización criminal por un depósito desde el extranjero de 800 euros (poco más de 600 mil pesos, que no deben alcanzar para la manutención de quince días de cualquiera de los fiscales a cargo de la investigación) o que las casas okupas en las que viven algunos de los acusados son “centros de poder”, cuando en el mejor de los casos poseen agua potable, y que en otros casos funcionan como bibliotecas y centros de esparcimiento de jóvenes.

Superar la inclinación irresistible por pretender sancionar a quien piensa diferente, con la osadía de reclutar, adoctrinar y capacitar a personas en la ideología del anarquismo, una filosofía que pretende el cambio social y “una forma de gobierno sin amo ni soberano”, como predica Proudhon, que pueda poner en jaque a la sociedad tal cual la concebimos en mayoría.

Necesitamos superar el impulso de pavimentar el camino hacia la realidad desde la quimera dorada de una evidencia que pretende, en la acusación de la fiscalía, atribuir actividad terrorista por poseer discos de Los Ramones, literatura que incluye UN libro titulado “Severino di Giovanni”, 1 folleto con la leyenda “ni intelectualismo, ni estupidez”, 9 libros de temática socialista, 1 libro titulado “Los mapuches ante la justicia”, 3 libros de distintos autores y temas” (¿?¿¿¿, sí, sic), una copia del dvd La Batalla de Chile, una boleta Museo del Prado.

¿Y por qué no hacer un esfuerzo por ir más allá de nuestra flaqueza y exigirnos rigor en nuestras afirmaciones, sin acusaciones generalizadoras, con pretensiones de nuevas teorías que atribuyen delitos, colocación de bombas en este caso, a “la organización”, sin determinar específicamente qué persona habría realizado el hecho?

¿Será demasiado pretender finalmente desterrar de nuestra debilidad mortal la indiferencia frente a una huelga de hambre que ya supera los 50 días, y que no es noticia porque no es posible dar cobertura a una presión tan ilegítima de los acusados por visibilizar situaciones que consideran de abuso y de exceso y preocuparnos por su salud que arriesgan por ideas, anarquistas atrapados en su ideología?

No hay duda. La carne es débil. Y no es fácil superar la condición y fragilidad humana.

Por Paula Vial Reynal, Defensora Nacional.

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