Sala de Prensa

10/01/2012

Penas altas, penas bajas

La siguiente columna de opinión, escrita por el Defensor Regional del Maule, fue publicada hoy en el diario El Centro de Talca.

A raíz de casos de connotación pública como los supuestos incendios forestales intencionales o culposos que afectan desde nuestra Región del Maule al sur, y los casos de colusión de precios de grandes empresas, más el caso La Polar sobre repactaciones unilaterales, ha sido tocado -al menos tangencialmente- un tema que está en la base de la verdadera discusión penal que debiera darse en las altas esferas de los poderes co-legisladores, y que se ha transformado en un verdadero talón de Aquiles de nuestro sistema criminal, cual es la reforma a nuestro Código Penal.

En efecto, si al ciudadano común que postea en las redes sociales le llama la atención que los llamados delincuentes de “cuello y corbata” entren por puertas laterales a los Tribunales de Justicia y cumplan penas extremadamente bajas y con beneficios -después de haberse metido, literalmente, a gran parte del país al bolsillo-, cuanto más no debiese impulsar un cambio y aceleramiento en nuestras autoridades para generar la modernización de nuestro sistema de tipificación penal.

En contrapunto, “robar una gallina” tiene asignada una pena a lo menos igual a la que arriesgan estos grandes emprendedores. También llama la atención de la opinión pública que por incendiar o tan sólo intentarlo, usando para ello algún elemento incendiario, se invoque la Ley Antiterrorista y se sancione por ello a 10 años o más de privación de libertad a personas de etnia mapuche, mientras que un extranjero tan solo arriesga una multa, si se comprueba que su accionar imprudente causó un incendio que destruyó miles y miles de hectáreas…

Algo está mal, o suena mal, y ello no es más que la mantención en nuestro país de un sistema de delitos y penas -derecho penal de fondo, le llaman los entendidos- claramente anacrónico, decimonónico o pasado de moda, si se quiere.

Por todo lo anterior es que parece contradictorio que si uno de los ejes centrales de todas las tendencias políticas -a la hora de presentar sus programas de gobierno- es el tema del delito y el fenómeno de la delincuencia, no se haya complementado la exitosa reforma procesal penal con una actualización del catálogo de delitos en nuestro país.

Es esta debilidad la que produce un sinfín de críticas al accionar de todos los operadores de la justicia criminal en Chile, algunas fundadas y otras -las más - claramente no, pero que en su conjunto debilitan la confianza de la ciudadanía en nuestras autoridades, lo cual debiese solucionarse.

Queda esta tarea pendiente para poder decir que nuestro sistema criminal ha terminado de ponerse a tono con la nueva era. Esperemos que no pase otro siglo para ello.

Por José Luis Craig Meneses, Defensor Regional del Maule.

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