Sala de Prensa

11/06/2012

Pablo N. se comprometió a ayudar a otros a dejar la droga

La DRMS acompañó nuevo egreso exitoso desde el Tribunal de Drogas

“Fue difícil pues en los sueños sigue presente la droga, pero cuando vuelvo al mundo real veo que no soy para eso, ya que siento el cariño y afecto de las personas. Ahora valoro a mi familia, que sabe que soy una persona buena”, declaró.

Abrazado de su madre -Ana-, con su diploma bajo el brazo y con cara de total orgullo y felicidad, Pablo N., de 26 años, salió el pasado jueves 7 de una audiencia especial programada en el 10° Tribunal de Garantía de Santiago.

El orgullo y felicidad se justificaban, porque el joven logró egresar de un programa que le permitió tratarse por un año su adicción a las drogas, tras acogerse a la alternativa de suspensión condicional del procedimiento en una causa por el delito de amenazas.

Junto a madre e hijo estaban los abogados Eduardo Cofré y Gustavo Mascayano, así como la psicóloga Liliana Hermosilla, todos de la Defensoría Regional Metropolitana Sur (DRMS), quienes lo acompañaron durante este largo proceso de rehabilitación, no exento de recaídas y retrocesos, pero que Pablo pudo superar con gran esfuerzo de su parte y de su familia, el apoyo de todos los intervinientes del Tribunal de Drogas (jueces, fiscales y defensores), y el trabajo de los profesionales de la comunidad terapéutica de la Fundación Peternitas.

HISTORIA DE VIDA

Poco antes, en la sala del tribunal, un emocionado Pablo narró las circunstancias que lo llevaron al mundo de la drogas, entre ellas la adicción y desaparición hasta hoy de su hermano Alejandro, la muerte de su padre cuando tenía 16 años y las “malas juntas” de la población La Victoria, todo lo cual explica cómo fue cayendo cada día más en una espiral de consumo, violencia y delitos, que lo hicieron abandonar a su familia y ser un asiduo visitante de los tribunales.

“Hay soluciones, estoy agradecido de Dios y con ustedes, que me ayudaron. Fue difícil, pues en los sueños sigue presente la droga, pero cuando vuelvo al mundo real veo que no soy para eso, ya que siento el cariño y afecto de las personas. Ahora valoro a mi familia, que sabe que soy una persona buena”, declaró Pablo al iniciar esta nueva etapa de su vida, con un trabajo estable, la perspectiva de retomar sus estudios y el compromiso de ayudar a otros a salir del flagelo de la droga.

En la misma audiencia estuvo presente Paolo Ch., quien por coincidencias de la vida fue compañero de escuela de Pablo y que ahora, representado por el defensor Esteban Cofré, se incorporó a este programa de rehabilitación, aceptando la alternativa de suspensión condicional del procedimiento para iniciar su tratamiento durante un año.

Un final feliz y un comienzo con esperanza en el Tribunal de Tratamiento de Drogas...

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