26/06/2007
Libre tras 9 meses preso por falsa imputación
Cajera y guardias de supermercado lo habían acusado de violencia e intimidación
Los testimonios de una cajera traumatizada, de una jefa de local indignada, de dos asertivos guardias de seguridad y de dos carabineros que llegaron de inmediato al supermercado Santa Isabel de Avenida Portugal, lugar de los hechos, sellaron la suerte de Mauricio Esteban Orellana Salinas.
Todos los relatos confirmaban la versión de la víctima: una cajera, en cuanto a que habría sido asaltada por el imputado con un cuchillo. La afectada Rosa Toledo incluso exhibió lesiones en un brazo producto del golpe que Orellana Salinas le propinó con la cacha del arma blanca.
Con todos estos testimonios la fiscal Lorena Kanacri formalizó al imputado por robo con violencia e intimidación solicitando la prisión preventiva del imputado, quien el 27 de septiembre de 2006 fue ingresado a la ex Penitenciaria de Santiago.
En la audiencia de formalización llamó la atención que el imputado siempre negara los hechos, al punto de que ni siquiera se había topado con la cajera. Sí reconoció que estando en estado de ebriedad sustrajo una botella de licor. El defensor Felipe Mardones expuso esta tesis pero fue inútil ante la multiplicidad de testimonios concordantes.
Sin embargo, el lunes 25 de junio, a una semana del juicio oral, sorpresivamente llegó la víctima llorando a la oficina de la fiscal Kanacri. A la prosecutora le costó dar crédito a lo que estaba escuchando: la supuesta víctima reconoció que todo había sido una mentira. Todos se coludieron para levantar una historia falsa ya que querían sacar de circulación a Mauricio Orellana Salinas porque como visitante frecuente del local se había transformado en una molestia.
La fiscal comunicó ese mismo día los nuevos antecedentes al tribunal y al defensor Felipe Mardones, quien pidió la inmediata libertad de su defendido. Éste llevaba 9 meses preso.
A días del juicio oral, se realizó la audiencia ante el tribunal oral en lo penal de Santiago presidido por el magistrado Antonio Ulloa. La fiscal Kanacri expuso que en virtud del principio de objetividad que inspira su labor entregaba estos nuevos antecedentes.
El defensor Felipe Mardones reiteró que su defendido siempre alegó inocencia en los hechos imputados y en su oportunidad no fue oído. El tribunal decretó la inmediata libertad del imputado.
Dado que el juicio oral ya no puede detenerse, este se realizará la próxima semana con una breve audiencia donde el imputado será absuelto de todos los cargos.
Mauricio Orellana no cabía en sí de felicidad, y aseguró que no guardaba rencor. "Perdí mi trabajo por haber caído preso, y mis hijos sufrieron mucho. Pero doy gracias a mi mamá que siempre creyó en mí y sobre todo doy gracias a Dios por escuchar mis plegarias", expresó emocionado.
Agregó que iba a conversar con su abogado para analizar si iniciaba acciones legales contra las personas y el supermercado que lo llevaron injustamente a la cárcel.
En tanto, por instrucción de la fiscal regional Centro-Norte Sonia Rojas, los antecedentes del caso pasaron al fiscal Hernán Millán para iniciar una causa contra quienes participaron de esta confabulación.
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