Sala de Prensa

24/07/2012

En medio de un juicio por pelea callejera

Imputado tuvo que explicar a tres juezas qué es un “Pato Yáñez” (*)

El gesto más popular de Chile aparece en un libro que desclasifica historias curiosas de los tribunales.

(*): El siguiente artículo, escrito por el periodista Sergio Rodríguez, fue publicado por el diario Las Últimas Noticias (LUN) en su edición del lunes 23 de julio de 2012. El texto menciona varias de las historias de defensores penales públicos recopiladas en el concurso “Historias Memorables de Defensa”, organizado por la Unidad de Comunicaciones y Prensa y al que se invitó a participar a defensores públicos de todo Chile.

Ocurrió en abril pasado, en un juicio oral del Tribunal de Talagante. El imputado era un joven acusado de haber insultado y lanzado un peñascazo contra un auto. Dijo que lo había hecho porque la velocidad a que iba el vehículo le dio un susto enorme a él y a su mujer embarazada.

Esa, al menos, era su versión, Y su defensor público, el abogado Jorge Naranjo, de 38 años, intentaba demostrar que sólo había sido un arrebato “con insultos y gestos obscenos, pero sin ninguna piedra”, recuerda el profesional.

En ese minuto el acusado tomó la palabra y trató de describirles con exactitud a las tres juezas cuál había sido su acción: “Magistrado, yo solamente le hice un Pato Yáñez”, mientras sus dos colegas se miraban con gesto de duda.

“El imputado señaló que era tomarse los genitales con ambas manos en forma romboide y zamarrearlos de arriba abajo”, recuerda el defensor Naranjo.

Naranjo dice que después de esa explicación y con el fin de ser más gráfico, le pidió al imputado que se pusiera de pie y realizara la operación en forma práctica, frente a lo cual la jueza los paró en seco: “Señor defensor, el tribunal ha entendido claramente lo que se quiere establecer y da por concluido el ejercicio”, dijo, acompañada de risitas y miradas nerviosas en la sala.

El caso (cuyo protagonista finalmente fue condenado a 61 días de prisión remitida) corresponde a una de las historias que recopiló la Defensoría Penal Pública, en una especie de concurso -sin premio- para que sus abogados escribieran relatos breves sobre sus casos más impactantes o anecdóticos.

Para Naranjo, “esta experiencia literaria fue muy interesante, porque permite transmitir las vicisitudes de nuestra actividad, a veces anónima.”

Se recopilaron cerca de 15 casos. Algunos humorísticos, como el campesino acusado de faenar la vaca de su vecino para un asado; insólitos, como el hombre acusado de violación por su amante, que por celos trató de inculparlo; y trágicos, como dos mujeres parricidas que defendieron a su familia de maridos borrachos y violentos.

  • subir
  • imprimir
  • volver