Sala de Prensa

26/07/2012

Columna de opinión:

Cuando las armas de fuego “ascienden”

El siguiente artículo, escrito por el Defensor Regional del Maule, José Luis Craig, fue publicado el pasado martes en el diario El Centro de Talca.

Acaba de sacudir a Estados Unidos y al mundo una nueva matanza a manos de un demente armado en un cine, en medio del estreno de una nueva película de Batman, “El caballero de la noche asciende”.

Este episodio se suma a los cinco registrados en ese mismo país -que suele ser espejo nuestro en políticas de seguridad- durante 2011, en que hubo, en un mismo episodio de violencia irracional, cinco o más víctimas ultimadas por armas de fuego en manos de un civil fuera de sus cabales.

Y ello no sorprende, dada la laxa normativa existente en el país del norte, que privilegia la tenencia de armas de sus habitantes, con supuestos afanes de protección personal, por sobre la tutela a la vida y la seguridad del resto de la población.

De hecho, según la edición en línea de Foreign Policy de 9 de enero de 2011, de cada 100 personas en Estados Unidos, 90 tienen armas de fuego inscritas a su nombre (por suerte Chile sólo llega a casi cinco armas por cada 100 habitantes) y según encuesta de la empresa especializada internacional Gallup de octubre de 2011, el 47 por ciento de los adultos de ese país informan ser dueños de al menos un arma de fuego.

Ello ha desembocado en que cada año, en Estados Unidos mueran 30 mil ciudadanos víctimas de este tipo de armas.

Por lo anterior, no deja de provocarme al menos escalofríos escuchar recientemente en nuestro país, y con amplia cobertura mediática, voces de altas autoridades políticas y grupos organizados de privados que, a propósito de los conflictos de tierras de la Araucanía, no sólo llaman a legitimar, sino que aprueban e incentivan el armamentismo para los habitantes de tales zonas, con los mismos fines de seguridad que más arriba comentamos.

Ello, sin haber aprendido nada de episodios locales igualmente trágicos, tales como el de Italo Nolli, el del asesino del Metro y -más recientemente- el del hermano de una actriz, quienes no obstante sus ostensibles o presuntas patologías mentales, tenían en su poder importantes arsenales de armas de fuego, que la misma prensa comentó y criticó en su momento, apuntando a una norma aparentemente muy permisiva en Chile para la materia.

Por ello, se me viene a la mente el antiguo dicho que “no todo lo que brilla es oro”. Debemos, de una buena vez, tomar conciencia de que no toda política externa es exitosa, máxime todavía si viene de Estados Unidos. Y en especial en materia de combate contra el delito, toda vez que se deben ponderar adecuadamente los valores en juego, como son la vida, la libertad y el control estatal de las armas, en comparación con la seguridad que tanto se pregona como digna de obtener a cualquier precio.

La muerte de personas bajo fuego demente y sin fiscalización alguna por parte de un Estado no es el precio que quisiera pagar para ganar la lucha contra la delincuencia.

Por José Luis Craig Meneses,
Defensor Regional del Maule.

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