Sala de Prensa

18/10/2012

Columna de opinión:

Reforma a la reforma

El siguiente artículo, escrito por el Defensor Regional del Maule, José Luis Craig, fue publicado el pasado martes 16 en el diario El Centro de Talca.

Imposible resulta no referirse en esta tribuna a la tan comentada reforma que se apresta a salir al debate parlamentario, la que tiene por objeto modificar algunos aspectos de la reforma procesal penal.

Luego de saltar violentamente a la palestra, a raíz de sucesivos fallos que han sido enmendados por las vías procesales normales, el tema de esta anunciada nueva reforma ha ido decantando y se ha acotado su alcance, tanto por la opinión de las autoridades políticas como de autoridades académicas y operadores del sistema, que tienen todos -desde luego- mucho que aportar en esta discusión.

Así, la supuesta “reforma a la reforma” más bien se ha posicionado en la realidad como lo que a mi juicio (como operador del sistema) debe enfocarse: una oportunidad de efectuar aisladas modificaciones a la normativa procesal vigente en Chile desde 2000, toda vez que es un sistema exitoso, pero como toda obra humana, perfectible.

Por ello, me parece atendible revisar ciertos temas que si bien es cierto son importantes, no son el núcleo duro de la reforma más importante en materia procesal de nuestra república.

Revisar la ampliación de la procedencia del recurso de apelación para corregir las decisiones de algunos incidentes, tales como la exclusión de prueba o la legalidad de la detención de una persona, son plenamente discutibles, sin que con ello se echen por tierra o se deshaga el camino recorrido en temas de suyo relevantes.

Entre otros, la publicidad y celeridad de los procesos, la real vigencia de la presunción de inocencia, la eficiencia judicial en términos de dictación de sentencias definitivas, la sensible baja del número de gente privada de libertad en forma preventiva o que se encuentra a la espera de su juicio, la natural transparencia y tranquilidad que provoca que personas distintas investiguen y juzguen si las pruebas configuran delito y acreditan participación de alguien en él, etc.

Junto con aquellas modificaciones de corte menor, coincido en que se debe mejorar la situación de la víctima, y que donde se tiene que trabajar arduamente es en la colaboración y coordinación que necesariamente debe existir entre las policías y los fiscales del Ministerio Público, lo cual se logra con mayor capacitación de los agentes del Estado, con el fin de mejorar los altos estándares que ya han conseguido para combatir la delincuencia de toda clase, y así disminuir lo más posible los errores que se puedan cometer antes de llegar con un caso a juicio oral.

Si las mejoras a proponer van en esta dirección, amplios serán los consensos políticos y académicos que se lograrán para que toda esta iniciativa se convierta rápidamente en ley, para poder de esa manera seguir mejorando un sistema altamente envidiado y replicado,  por su eficiencia, en el exterior.

Por José Luis Craig Meneses,
Defensor Regional de Maule.

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