Sala de Prensa

06/11/2012

Columna de opinión:

Las cifras al debate

El siguiente artículo, publicado hoy en el diario El Mercurio de Antofagasta, fue escrito por el Defensor Regional (S), Roberto Vega Taucare.

Hace unos días, el Poder Judicial entregó datos duros sobre la privación de libertad,  señalando que de un universo de 24 mil 239 personas, 21 mil 151 -equivalentes al 87 por ciento- terminaron privadas de su libertad durante la etapa de investigación del delito.

El restante 13 por ciento correspondió a personas en cuyo caso el tribunal de garantía  decidió que durante la investigación quedaran en libertad y sujeta a otras medidas cautelares de menor intensidad, como la firma ante cierta autoridad o la prohibición de acercarse a la víctima, entre otras. Una decisión precedida del debate derivado de los  antecedentes expuestos por el fiscal y el cuestionamiento de la defensa a los mismos.

Este 13 por ciento correspondió a 3 mil 88 casos, de los cuales 679 fueron apelados por el     Ministerio Público. Las respectivas Cortes de Apelaciones mantuvieron la decisión del juez de garantía de dejar en libertad a las personas durante la investigación en el 56,9 por ciento de los casos (381) y la revocaron en un 43,1 por ciento (289 casos).

A mi juicio, las cifras son claras y esclarecedoras. La claridad de las mismas está dada por la simple aritmética de casos y períodos (24 mil 239 entre octubre de 2011-212),  que en sí misma constituye un insumo valiosísimo para poder abordar un debate serio sobre las modificaciones al sistema de justica penal.

Asimismo son esclarecedoras, pues rompen el mito comunicacional de la famosa puerta giratoria (desde la última ‘agenda corta’ antidelincuencia, que entre otras cosas permitió la mantención de la privación de libertad para cierto tipo delitos como homicidio, tráfico de drogas y robo con violencia, mientras la Corte revisa la apelación interpuesta por el Ministerio Público), ya que según estos datos, o la puerta está trancada e impide la salida de los imputados desde las cárceles o gira hacia al interior de las mismas.

Baste cruzar o comparar los datos de privación de libertad que ha registrado Chile con el resto de la región y el mundo, para darse cuenta de que la discursividad antidelincuencia  lamentablemente construye realidad y de muy mala manera.

Lo importante es tratar de soslayar dicho fenómeno comunicacional con herramientas adecuadas -como cifras, datos y estudios-, que permitan adoptar las decisiones correctas, a objeto de abordar sistemáticamente el mejoramiento de la administración de la justicia penal.

Sobre este punto nadie se cuestiona que cuando se habla de economía, al unísono se manifiesta que es un tema técnico y el debate se encausa bajo dicha rigurosidad, y claro está que cuando hablamos de libertades, delitos y privación de libertad también estamos frente a un tema que requiere capacidades, habilidades  y conocimientos específicos, y no simples aseveraciones comunicacionales, que no tienen sustento en la realidad o simplemente la distorsionan.  

Por Roberto Vega Taucare,
Defensor Regional (S) de Antofagasta.

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