Sala de Prensa

19/03/2013

Las invitó a desayuno para celebrar su Día Internacional

Defensor Nacional reconoció a defensoras y sus representadas

Cuatro defensoras públicas y cuatro mujeres imputadas participaron en la actividad, que también convocó a las jefas de Estudios, Francisca Werth, y de Comunicaciones, Ximena Chandía, además de la abogada Claudia Castelletti.

Como la consigna es que más vale tarde que nunca, apenas volvió de Washington -donde cumplió una extensa agenda-, el Defensor Nacional quiso ponerse al día con los pendientes y convocó a un desayuno con ocasión del Día Internacional de la Mujer, celebrado oficialmente mientras aún estaba de viaje.

La actividad, denominada “Mujeres que defienden a mujeres”, reunió a cuatro defensoras públicas e igual número de mujeres que fueron representadas por ellas, con la finalidad de reconocer la labor de las primeras y su entrega vocacional en favor de las segundas.

CASOS EMBLEMÁTICOS
El diálogo fue fluido. Junto a la jefa del Departamento de Estudios y Proyectos (DEP), Francisca Werth; la jefa de Comunicaciones y Prensa, Ximena Chandía, y la abogada Claudia Castelletti, también del DEP, Georgy Schubert desayunó con la Defensora Local Jefe de Maipú, Bessy Pla; con la defensora local María Celeste Jiménez, de esa misma comuna; con Alejandra Lobos, defensora local de Lo Prado, y con Irka Contreras, defensora de convenio directo de la DRMN.

Cada una de ellas fue acompañada por una representada emblemática, cuyos casos fueron conociéndose durante el encuentro y sorprendiendo a los participantes. Rosa, por ejemplo, fue víctima durante años de violencia intrafamiliar (VIF), pero un día de 2012 fue detenida por Carabineros y acusada por amenazas y lesiones contra su ex pareja, quien la denunció.

Alejandra Lobos, su defensora pública, contó lo difícil que fue no sólo demostrar su inocencia, sino su verdadera condición de víctima en los hechos. Y luego siguió Rosa: “Carabineros me detuvo sin preguntarme nada. No tenía a quién llamar, porque además mi ex pareja aprovechó y me echó de la casa. La defensora fue la primera que me prestó atención. La siento como una amiga”, aseguró.

Otra historia fue la de Jennifer, una joven que aceptó ingresar una encomienda a la cárcel, dentro de la cual venía una sustancia que justificó su formalización por narcotráfico, aunque luego se demostraría que no era tal. Aun así, la mujer debió aceptar un procedimiento abreviado, pues tenía la urgencia de recuperar su libertad para atender a su hija, gravemente enferma.

Al comentar la actividad, Georgy Schubert explicó que la idea fue reconocer tanto a las defensoras como a sus representadas, “que han debido enfrentar a la justicia, con todo el peso que ello significa para sus vidas”.

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