Sala de Prensa

11/07/2014

Georgy Schubert expuso los principales hitos institucionales durante su gestión

El Defensor Nacional encabezó sesión del Consejo de la Sociedad Civil de la DPP

Al encuentro asistieron representantes de Paz Ciudadana, Fundación Paréntesis, Asociación Chilena de Municipalidades, Fundación ProBono, Movilh y la UDP, quienes plantearon su visión sobre los principales desafíos institucionales.

Por Marcelo Padilla V.,
Defensoría Nacional.

El Defensor Nacional encabezó ayer una nueva sesión del Consejo de la Sociedad Civil de la Defensoría Penal Pública, instancia creada a partir de la Ley N° 20.500 y que reúne a representantes de distintas organizaciones sociales que trabajan en ámbitos relacionados con la misión institucional.

En esta ocasión, el encuentro tuvo como objetivo principal informar a los participantes sobre los principales hitos de la gestión institucional durante la administración de Georgy Schubert como jefe máximo del servicio, además de recoger sus impresiones respecto de los principales desafíos que enfrentará la institución en los próximos años.

Junto a otros directivos de la DPP, asistieron a esta presentación el director ejecutivo de la Fundación Paréntesis, Paulo Egenau; la directora ejecutiva de la Fundación Paz Ciudadana, Ana María Morales; la académica Delfina Lawson (UDP), y la directora ejecutiva de la Fundación ProBono, María Fernanda Llusá.

Por primera vez, concurrieron también el presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez y dos representantes de la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM), Rodrigo Barrientos y Verónica Barra.

TEMAS PRINCIPALES
En su intervención, Schubert destacó como relevante la consolidación y avance de los distintos modelos de defensa especializada que entrega la institución, y que buscan reforzar el acceso a la justicia de los grupos más vulnerables de la sociedad: indígenas, migrantes, adolescentes y personas condenadas a penas privativas de libertad.

En el mismo contexto, adelantó el trabajo institucional que ya anticipa dos nuevos modelos especializados de defensa pública que busca impulsar la institución: uno para personas con discapacidad-sobre todo mental- y otro para el colectivo LGTBI, sobre todo pensando en el hacinamiento y la falta de segregación que afecta a estas personas en las cárceles del país.

“Ya existe consenso en que hay grupos vulnerables que tienen que ser atendidos de manera distinta por el sistema de justicia, porque tienen necesidades especiales o imposibilidad de acceder adecuadamente a la justicia, por dificultades adicionales”, explicó.

En el mismo contexto, Schubert relevó también la capacitación permanente de los defensores públicos, la incorporación de la DPP a distintas instancias y espacios de coordinación con otras instituciones, el impulso que ha dado la DPP a la difusión en Chile del Sistema Interamericano de Derechos Humanos o el desarrollo del Proyecto Inocentes y de un sistema de seguimiento que permite a la Defensoría participar de los principales debates legislativos de su ámbito de acción, entre otros temas.

LOS DESAFÍOS
 A la hora de los desafíos, el Defensor Nacional recogió -entre otras- la necesidad de que la DPP avance prontamente en estos ámbitos pendientes de especialización, en lograr a la brevedad la incorporación a la planta institucional de los defensores públicos juveniles, en conseguir que los defensores públicos puedan acceder efectivamente al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y en promover que la institución consiga definitivamente un estatus de autonomía que proteja la independencia de su accionar, fundamental para el equilibrio del sistema de persecución penal.

“El tema de la autonomía sigue pendiente y espero que no salga nunca de nuestra agenda. Tiene que ver con poder tener más opinión en materias de persecución criminal, libertades civiles, erradicación de la tortura, el trato a los detenidos. Sin autonomía, para la Defensoría es muy difícil entrar en disputas fuertes o que generen tensión”, sostuvo.

Tras la presentación de Schubert, los representantes de las distintas organizaciones presentes felicitaron al Defensor Nacional por una gestión caracterizada por “grandes progresos”, como explicó Ana María Morales. También plantearon la necesidad de reforzar programas como el de defensa penitenciaria o de mejorar la capacidad de propuesta de la Defensoría en el debate público sobre libertades, entre otros temas.

“La Defensoría tiene un rol relevante para conseguir cambios culturales muy importantes, por ejemplo para desactivar la estigmatización que existe en toda la persecución penal. Por ejemplo, debe aliarse con organizaciones del mundo social para avanzar fuertemente en esta desestigmatización, necesaria para modificar la desigual distribución del castigo”, señaló Paulo Egenau.

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