Sala de Prensa

10/12/2015

Columna de opinión:

Inteligencia en los estadios

El siguiente artículo, escrito por el Defensor Regional del Maule, José Luis Craig, fue publicado por diario El Centro de Talca el martes 8 de diciembre de 2015.

Por José Luis Craig,
Defensor Regional del Maule.

El domingo se vivió uno de los episodios más lamentables y vergonzosos en la historia del fútbol nacional. Pero también debemos decir que se vivió uno de los episodios más anunciados por las redes sociales de la historia del fútbol chileno.

Tal vez, por último se vivió el fin del Plan Estadio Seguro. Eso lo dirá la historia. El resultado de lo vivido aquel día en el Estadio Playa Ancha es lamentable por todo lo visto, pero también por lo evitable que era. En efecto, bastaba dar una rápida pasada por las redes sociales para advertir que los “hinchas” estaban programando algo para impedir el juego y que esos llamados hablaban de una batalla campal.

Es por eso que molesta la pasividad con que se reaccionó ante ello por parte de las autoridades, por el resultado visto, no se tomó ninguna medida de inteligencia policial ni menos de anticipación por los responsables, y si se tomaron, fueron absolutamente insuficientes y paupérrimamente estudiadas.

Bastaba leer los posteos para saber de antemano que algo iba a pasar en ese estadio el domingo último, por lo que simples medidas de disuasión, en las afueras del Estadio,y en el campo mismo, habrían bastado para evitar el espectáculo que se dio a conocer a todo el mundo.

Otra vez vemos con desazón que el chileno se conforma sólo con la ley y espera casi mágicamente que ella logre el cambio social que se busca, pero lo concreto es que no basta la sola ley, sino que hay que disponer numerosas otras cosas para que ésta cumpla realmente su objetivo.

Algunas de éstas son voluntad, inteligencia, capacidad de planificación, coordinación, visión estratégica y, algo fundamental, amor por el deporte, no por el negocio que está detrás del balompié, la disciplina deportiva más popular del mundo.

No es posible que un plan que se denomina “Estadio Seguro” sólo sirva para sacar lienzos y bombos desde los recintos deportivos, revisar las cédulas de identidad de las personas, evitar comprar entradas en el estadio, si se permite que pasen cosas como las que vimos por TV el fin de semana pasado.

La solución de jugar los partidos de futbol sin público es pedir que, por ejemplo, para evitar los “portonazos” la gente no salga en vehículo a la calle.

Un deporte que mueve los niveles de dinero que permite transar el fútbol no merece que, así como el negocio del retail -que acumula millonarias ganancias- se lleve u ocupe gran parte del gasto en seguridad, pero también es cierto que se deben explorar soluciones más inteligentes, las que hasta el momento no hemos visto.

Ojala no sea por el interés subliminal de evitar que el deporte se siga desarrollando sin gente y familia en los estadios.

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