Sala de Prensa

29/01/2008

Tras doble absolución y un año y medio preso, imputado recobró libertad

Un año y medio preso, una imputación por robo con intimidación, dos juicios orales y ser víctima de una agresión de carácter grave al tratar de demostrar su inocencia, es el resumen que Jonathan J.A.S puede hacer de sus dos últimos años de su vida. Finalmente el 23 de febrero fue absuelto definitivamente y dejado en libertad.

Absuelto dos veces en el mismo caso y un tras cerca de un año y medio en prisión preventiva, finalmente el Tribunal Oral de Puente Alto decidió declarar inocente a Jonathan J.A.S por el delito de robo de intimidación que le imputaba el agente persecutor. El caso se inició en febrero de 2006, tras la detención de Jonathan y su amigo Juan M. P.C. como presuntos coautores del atraco en contra de un chofer de la locomoción colectiva ocurrido en la comuna de Puente Alto. Según los antecedentes entregados por la Fiscalía Local, el caso se inició tras la denuncia del conductor de la locomoción colectiva de haber sido asaltado, entregando señas de las personas que lo intimidaron.

La detención de los imputados se produjo luego que la víctima diera las características por radio a sus colegas de profesión. Uno de ellos informó que según las características de vestimentas habría visto a los sujetos en su trayecto, pero tras la ayuda de Carabineros no puede dar con los sujetos, sino hasta realizar una segunda ronda y luego de transcurrido bastante tiempo.

En la ocasión detuvieron a Jonathan y Juan arriba de otro microbús, donde tras ser registrado no se les encuentra dinero, ni armas, pero que coincidirían con las señas entregadas por la víctima: jóvenes de tez morena, vestidos a la moda "rapera".

Según el defensor Claudio Soto, quien los representó en el segundo juicio, se habría hecho un reconocimiento luego de tres horas ocurrido el delito, y el segundo chofer los reconoció por las vestimentas, pues nunca les vio la cara. Con estos antecedentes, el Tribunal de Garantía decreta la prisión preventiva el 12 febrero de 2006.

Durante su paso por el CDP de Puente Alto, Jonathan sufrió agresiones por parte de otros internos, siendo la más grave un corte en el cuello, lesión diagnosticada como grave por los especialistas del hospital penitenciario y que llevó al aplazamiento del primer juicio en su contra. En esa oportunidad fueron defendidos por los defensores penales José Rojas y Diego Montecinos, quienes lograron la absolución de los muchachos.

Frente a este escenario, el Ministerio Público recurrió ante la Corte de Apelaciones de San Miguel, instancia que anuló el juicio oral. Tras la orden de repetir el juicio, Juan y Jonathan optan por no presentarse, principalmente según el defensor Diego Montecinos, por la desconfianza que les suscitaba la repetición del juicio oral, además de tener que seguir privados de libertad antes del Juicio Oral, lo que se veía agravado con el hecho de considerarse inocentes y temor a ser condenados injustamente.

Jonathan fue apresado nuevamente y puesto a disposición del tribunal de Puente Alto, quien designó al defensor penal público Claudio Soto como su abogado. Finalmente el pasado 23 de enero el tribunal - con una nueva composición de magistrados- resolvió absolver nuevamente al joven, decisión de la cual - de acuerdo al Código Procesal Penal- no es posible recurrir.

Acusaciones Fiscales

En parte de las declaraciones realizadas por la víctima y testigos, se dejó establecido- según el defensor Claudio Soto- que el conductor de la locomoción colectiva reconoce que le ponen un cuchillo en un ojo y que por atrás lo aprietan al parecer con un arma. De la misma forma, el chofer testigo que dice ver a los sospechosos, reconoció que los observó desde arriba de su micro, no se detiene y no les ve nunca la cara a los imputados: Así lo declaró en el juicio, indicando que sólo presume que se trata de ellos por las vestimentas.

Finalmente gracias a la actuación del perito criminalístico de la defensa, José Miguel Carrera, quien en su peritaje demostró la imposibilidad que fueran los mismo sujetos los que perpetraron el robo en contra de la víctima y los que fueron vistos por el testigo, en dos lugares distantes y con poco tiempo de diferencia. De la misma forma Carrera indicó que era extraño que no existiera ningún testigo del asalto, cuando se produjo en circunstancias que el micro cumplía su recorrido habitual.

  • subir
  • imprimir
  • volver