Sala de Prensa

06/02/2008

Tres años de pena remitida logró defensa para Caroleyn Alarcón, la "pistolera" de Puente Alto

"Se reconoció cada una de las atenuantes que solicitamos y habíamos concordado con el Ministerio Público, lo que nos permitió acceder al beneficio de la pena remitida, que era lo que buscábamos; otras opciones habrían significado el mantenerlos en prisión," afirmó Diego Montecinos, defensor de Caroleyn Alarcón.

Tres años de pena remitida, y el reconocimiento de cada una de las atenuantes solicitadas por la defensa, como fueron la colaboración eficaz, irreprochable conducta y legítima defensa incompleta, fue el resultado del juicio abreviado por homicidio simple en contra de Caroleyn Alarcón- conocida en la prensa como "pistolera de Puente Alto"- y su pareja Cristian Sanchez.

En la oportunidad los defensores penales Juan Pablo Moreno, Alejandro Viada y Diego Montecinos, trataron de establecer las distintas circunstancias atenuantes, de manera de obtener una rebaja en la condena solicitada por el Ministerio Público, con quien habían consensuado el reconocimiento de alguna de estas. Dicha situación, sumada a la aprobación por parte del representante de los querellantes permitió que el juez de Garantía de Puente Alto, Juan Pablo Villavicencio, entregar su veredicto al final de una jornada que se extendió por casi siete horas.

En la ocasión tanto Sánchez como Alarcón, esta última con un embarazo de 38 semanas, aceptaron sus responsabilidades en lo hechos, así como la eventualidad de ser juzgados bajo la modalidad de sistema simplificado, renunciando a la posibilidad de llegar a juicio oral. Acompañados de sus familiares más cercanos, los ahora condenados siguieron atentamente el desarrollo del juicio, en especial el relato de los hechos ocurridos el 12 de febrero de 2006, y que terminaron con la muerte de Yerko Figueroa y Carlos Hidalgo.

Hechos

Según la propia confesión de los imputados, en la noche del 12 de febrero de 2006 ellos se encontraban en el domicilio de Caroleyn Alarcón, donde fueron avisados por la hija de ésta de la presencia de una camioneta sin matrícula en las afueras de la casa y con cinco individuos en su interior. Sin prestar mayor atención a este comentario, Alarcón y Sánchez- pololos en ese instante- se mantiene dentro del domicilio, hasta que sienten ruidos en el exterior.

Según Cristian Sanchez, él toma una pistola que mantenía en la casa de Caroleyn y sale de la pieza, donde se encuentra con un sujeto armado en el pasillo de la casa quien lo apunta al pecho. Sánchez reacciona disparándole en repetidas ocasiones hasta cerciorarse que no se movía. Igual cosa hizo Caroleyn Alarcón, quien le dispara a otro sujeto que encontró en el patio de su casa.

Tras la muerte de las dos personas, Cristian Sanchez, alias el "Chino" huye de la casa y Caroleyn se autoinculpa de los dos asesinatos. En una primera instancia el defensor Diego Montecinos, logra el arresto domiciliario para Caroleyn, reconociendo el tribunal que había actuado en legítima defensa, siendo por lo demás su testimonio, el único que existía, por cuanto el resto de los supuestos involucrados estaban muertos.

Tras la presión por parte de las personas encargadas de velar por su cuidado, Caroleyn abandona su lugar de reclusión, manteniéndose por casi dos meses quebrantando la cautelar impuesta, hasta que es detenida a fines de junio del 2007.

A estas alturas Cristian Sánchez se contactó con los Tribunales de Garantía para entregarse, cuestión que no resultó, y fue detenido por la policía en los días posteriores. Para ese entonces tanto la Policía como el ente persecutor tenían relativamente clara la participación de dos personas como los homicidas de Figueroa e Hidalgo. Caroleyn Alarcón y Cristian Sánchez terminaron colaborando con la investigación, con la entrega de datos relevantes para dilucidar la ocurrencia de los hechos, lo cual fue reconocido por la Fiscalía y el juez de turno, así como la legítima defensa incompleta e irreprochable conducta anterior.

Al final de la audiencia, los abogados de los imputados reconocieron que la jornada fue de alto desgaste, debido a la incertidumbre sobre la pena que se le asignaría a Sanchez y Alarcón, así como lo extenso de los alegatos de los distintos involucrados. "Se reconoció cada una de las atenuantes que solicitamos y habíamos concordado con el Ministerio Público, lo que nos permitió acceder al beneficio de la pena remitida, que era lo que buscábamos; otras opciones habrían significado el mantenerlos en prisión," afirmó Diego Montecinos, defensor de Caroleyn Alarcón.

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