29/10/2020
Columna del Defensor Regional de Arica y Parinacota, Claudio Gálvez
A un año del estallido social
"Continuaremos extremando nuestros esfuerzos por estar donde nos necesitan nuestros defendidos, pues como dice nuestro lema, sin defensa no hay justicia".
Por Claudio Gàlvez Giordano,
Defensor Regional de Arica y Parinacota.
Habiéndose cumplido un año desde el así llamado 'estallido social', resulta relevante destacar el rol de la Defensoría Penal Pública como institución garante de los derechos de las personas, especialmente en contextos complejos, tanto sociales como sanitarios.
En efecto, en el ejercicio de la persecución penal en dichos escenarios se corre el riesgo de que se produzcan abusos por parte de agentes del estado, o incluso de políticas estatales, que deben encontrar un debido contrapeso y control en el sistema, apareciendo como más importante que nunca el rol de control y adversarial que en el proceso corresponde a la Defensoría.
Durante el último trimestre del año pasado, y en medio de la convulsión social que vivía nuestro país, las defensoras y defensores públicos nos hacíamos presentes en las comisarías y lugares de detención, velando por el respeto de los derechos humanos de todas las personas incluso antes de la intervención judicial, incrementándose a nivel nacional las audiencias de control de detención en más de un 70 por ciento.
Durante el primer trimestre del presente año, y hasta que las circunstancias sanitarias de Chile y del mundo lo permitieron, los defensores siguieron concurriendo a los recintos de detención, ejerciendo sus funciones allí y en tribunales.
Posteriormente debió restringirse el actuar presencial, mas no la labor de defensa, que siguió prestándose en la forma establecida por tribunales, incluso a veces significando esta labor sanciones a los propios defensores por esta actividad de defensa irrestricta de los intereses y planteamientos de nuestros usuarios.
Actualmente, y al comenzar nuevamente las movilizaciones sociales, hemos retomado la labor de asistencia a recintos policiales, conscientes de que los primeros momentos de la detención constituyen uno de los espacios de mayor riesgo para los derechos de las personas. Continuaremos extremando nuestros esfuerzos por estar donde nos necesitan nuestros defendidos, pues como dice nuestro lema, sin defensa no hay justicia.
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