16/12/2021
Columna de opinión
Inocentes en prisión
El siguiente artículo, publicado ayer por el diario El Divisadero, fue escrito por el defensor local jefe de Coyhaique, Ricardo Flores Tapia.
Por: Ricardo Flores Tapia,
Defensor Local Jefe de Coyhaique.
En estas fechas que se aproximan, más allá de nuestras creencias religiosas, surge en nosotros la necesidad de estar con nuestras familias, visitar a nuestros amigos y familiares, sentir la cercanía de quienes son importantes en nuestras vidas e, incluso, demostrar nuestro afecto mediante algo tan simple como entregar un obsequio que a nuestros seres queridos los haga sentir recordados y valorados.
Aun cuando se trata de una festividad que se celebra anualmente, no por ello se vuelve algo repetitivo, ya que cada año es siempre especial, con la sonrisa infantil ante la primera bicicleta o la muñeca que ansiaba, pero pensaba que no llegaría…
Sin embargo, este periodo es diametralmente diferente para quienes no pueden celebrar junto a sus seres queridos por estar en prisión. Si estar cumpliendo condena en estas fechas es duro, aún más complejo lo es para quien está en prisión preventiva imputado por un delito que no cometió.
La encarcelación de personas inocentes es una situación que, como Defensoría Penal Pública, buscamos evitar y lo hacemos de diversas maneras: con nuestra labor diaria en tribunales y a través del análisis y la difusión de derechos que propicia el "Proyecto Inocentes".
Es una iniciativa liderada por la Defensoría Penal Pública, que nace con la intención de relevar las garantías fundamentales de las personas en el proceso penal e imponer nuevos desafíos para mejorar ciertas prácticas, hábitos y rutinas de trabajo de los principales actores del sistema de justicia penal.
Según nuestros datos, en 2021 más de 3 mil 156 personas que estuvieron en prisión preventiva fueron declaradas inocentes o no condenadas. Es decir, enfrentaron la cárcel y con ello sus perjuicios sin haber cometido ningún delito. Una cifra que ha ido en aumento durante los últimos años.
En ese contexto es que, desde 2013, la Defensoría Penal Pública lleva adelante esta iniciativa, que busca visibilizar los errores que comete el sistema judicial en casos concretos, que permitan aprender y evitar que se repitan tales situaciones.
Por medio de este proyecto se ha logrado establecer seis causas de error que influyen en que ocurran este tipo de situaciones. Se trata de la identificación errónea, las declaraciones falsas, la falsa confesión, los errores periciales o ciencia limitada, la mala conducta de los agentes del Estado y la mala conducta del defensor.
A pesar de que existe claridad respecto de estas falencias, la situación no ha ido en baja. El problema de las equivocaciones que comete el sistema se topa con otro punto, que tiene que ver con que nuevas leyes, como las 'agendas cortas' han establecido la prisión preventiva con mayor facilidad, casi dejándola como una pena anticipada.
De esta forma, si al inicio de la reforma procesal penal se registraban 15 mil personas en prisión preventiva al año, hoy la cifra bordea los 30 mil.
La naturaleza de la prisión preventiva es que sea una medida excepcional que se aplique sólo cuando no hay otra medida que pueda asegurar los fines del procedimiento. Muchos de los casos que se ven en el proyecto afectan a personas que no tenían antecedentes penales e incluso muchos de ellos tenían indicios de pruebas de descargo, pero esto no fue escuchado y simplemente se decretó en su contra la prisión preventiva, cuando se pudo -por ejemplo- aplicar el arresto domiciliario o una obligación de comparecer ante algún organismo de control y/o vigilancia.
La prisión preventiva es uno de los puntos a revisar para la posible reforma al Código Procesal Penal. El objetivo es limitarla, procurando que ésta sea sólo en casos realmente necesarios y que se dé mayor uso a otras medidas cautelares, como por ejemplo el arresto domiciliario.
En este sentido, los organismos de justicia, tanto en la región como del país, deben ponderar el impacto que tiene la prisión preventiva en la vida de las personas, así como también en sus respectivos entornos familiares.
El "Proyecto Inocentes" es una iniciativa que muestra claramente cuáles son los efectos de una imputación injusta en la vida de una persona, los que son particularmente intensos también en sus hijos, cónyuges y familia en general, lo que es más palpable y sensible aùn en estas fechas.
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