Sala de Prensa

28/10/2014

Columna de opinión:

El expansionismo penal y la 'Ley Emilia'

El siguiente artículo, escrito por el Defensor Regional de Arica y Parinacota, fue publicado en el diario La Estrella de Arica.

El Defensor Regional de Arica y Parinacota, Claudio Gálvez Giordano.

El Defensor Regional de Arica y Parinacota, Claudio Gálvez Giordano.

Por Claudio Galvez Giordano,
Defensor Regional Arica y Parinacota.

El famoso jurista Zaffaroni dijo una vez que los cavernícolas pintaban en las paredes los animales salvajes, las tempestades o las cosas que les parecían amenazantes para conjurar el peligro. Era un pensamiento mágico: si lo dibujaban, el peligro desaparecía. El hombre moderno hace lo mismo con sus leyes: creemos que si describimos una conducta en una ley, o si subimos las penas a un delito, el peligro mágicamente desaparecerá.

Esta ingenuidad sería enternecedora si no fuera peligrosa para nuestra vida en sociedad. Y ejemplos como el disparatado criterio legislativo con la llamada “ley Emilia” así lo demuestran. Toda la evidencia empírica, nacional e internacional, apunta a que subir las penas de los delitos no los disminuye.

Si no me cree, podemos dar un ejemplo: desde los años cincuenta se han ido subiendo paulatinamente las penas de los delitos de robo con intimidación, hasta que llegaron incluso a alcanzar la penalidad del homicidio simple. ¿Imagina la gravedad de esto? Significa que tenía la misma pena asaltar a una persona que matarla. ¿Hay hoy menos robos que antes? Juzgue usted mismo.

La 'Ley Emilia' significó subir drásticamente las penas por manejo en estado de ebriedad causando lesiones o muerte, al punto que se equipararon también al homicidio simple. Es decir, si usted mataba sin desearlo a una persona manejando con alcohol, la pena era la misma que si lo mataba intencionalmente de un balazo.

¿Cuál fue entonces la respuesta? Como en los viejos chistes alemanes, los legisladores decidieron entonces subir las penas del homicidio, lo cual pasó desapercibido para la mayoría de la población. Ahora todo tiene penalidades más altas.

El problema es que la única respuesta que actualmente estamos dando al fenómeno criminal son más penas. No hay inversión en prevención. No hay inversión en rehabilitación tampoco, ni en resocialización en las cárceles. Nada. Sólo penas más altas, en un sistema carcelario ya totalmente colapsado y sobrepoblado. El absurdo es evidente, y cada vez nos acercamos más a vivir en un Estado Policial, con más cárceles, más presos y, lo que es peor, aún la misma o mayor delincuencia.


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