Sala de Prensa

26/05/2015

Columna de opinión:

Nuevas leyes y las cárceles del Maule

El siguiente es un articulo escrito por el Defensor Regional del Maule, José Luis Craig, y publicado por diario El Centro el martes 26 de mayo de 2015.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

Por José Luis Craig Meneses,
Defensor Regional de Maule.

Ya casi no es novedad, lo cual habla mal de las políticas carcelarias que se han implementado en el país. Una vez más el informe semestral del Poder Judicial sobre las cárceles del Maule habla de hacinamiento y, en concreto, de un 68 por ciento en la cárcel de Talca, y la existencia de literas de hasta 5 pisos sin espacio en las habitaciones para desplazarse con seguridad, en el Penal femenino de la capital regional.

Ante esa realidad, ¿es razonable plantear siquiera la posibilidad de dictar leyes que impliquen obligatoriamente encierro por un año por hurtos y robos?

En primer término, para contestar la pregunta debemos acudir a las estadísticas. En la cuenta pública regional señalamos que en 2014 hubo más de 2 mil causas defendidas por la Defensoría Penal Pública por hurtos, siendo el tercer delito con mayor incidencia regional.

Afortunadamente, no todos ellos terminan en condena. Aplicando la estadística de 2014, aproximadamente un 50 por ciento termina con salidas alternativas, esto es, o la suspensión condicional del procedimiento o el acuerdo reparatorio.

El saldo, aproximadamente mil casos, terminan con condena. Es decir, si se aprobara la iniciativa legal denominada “Ley Emilia de los hurtos y robos”, aproximadamente mil personas deberían cumplir un año obligatoriamente en las cárceles maulinas.
A ello hay que sumarle los sentenciados por los simples delitos de robo por sorpresa o en bienes nacionales de uso público, y aquí nace una segunda pregunta: ¿Dónde vamos a internar a estas personas y en qué condiciones, si ya sabemos que los dos principales penales de la región están hacinados?

Mil personas equivalen a dos penales como el de Talca, sin hacinamiento. Aun no podemos como país construir una cárcel en Talca, pese a que ha sido anunciado hace más de 20 años. ¿Podremos construir dos?

Apuntar a reducir la reincidencia está correcto… pero con políticas coherentes. Si apostamos por ello, lo aconsejable sería apuntar a la población objetivo correcta y cuál es esa, la que no ha tenido problemas antes con la comisión de delitos, los que por primera vez han cometido un error, los que por lo anterior no tienen contagio criminógeno, etc.
Y quiénes son ellos, precisamente los primerizos, los que no tenían condenas antes y precisamente aquellos a quienes esta legislación golpea más duro, a quienes no se les permitirá rebajar su condena, a quienes no se les dará opción de cumplir en libertad, a quienes se les obligará a estar en la cárcel.

Chile tiene más opciones para acoger a su gente, por mucho que hayan cometido un error, una vez en su vida.
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