Sala de Prensa

22/11/2016

Columna de opinión:

Urge mejorar los procedimientos policiales

El siguiente artículo fue escrito por el Defensor Regional del Maule, José Luis Craig, y publicado el martes 22 de noviembre por el diario El Centro de Talca.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

Por José Luis Craig M.,
Defensor Regional del Maule.

Después de la lamentable noticia ocurrida en el norte del país, que terminó con dos motoristas de Carabineros fallecidos y cuatro adolescentes formalizados y en internación provisoria -y cuya detención se produjo tras una frenética persecución en la carretera-, vuelven a cuestionarse los protocolos policiales o, más bien, el profesionalismo con que se deciden arriesgadas maniobras a alta velocidad y su necesariedad para proteger la propiedad, un bien jurídico importante pero claramente más modesto frente a la vida humana de inocentes, de los persecutores e incluso de los propios delincuentes involucrados.

Sin la intención de justificar la actuación por cierto reprobable de los adolescentes, involucrados primeramente en un robo y luego en el atropello de los carabineros fallecidos, es válido preguntarse -dada la profusa circulación en las redes sociales del video captado por los propios funcionarios policiales del procedimiento de detención de los adolescentes- si lo que ordenó Carabineros para atrapar a los prófugos fue necesario y prudente y si en esa actuación está o no la génesis del resultado lamentable por todos conocido.

Para los que aún no ven esas imágenes que hablan de la miseria humana en todo sentido, diremos que, con el fin de neutralizar a los prófugos que venían huyendo en un vehículo a alta velocidad por una carretera con alta circulación, el carabinero a cargo del operativo ordena al chofer de un bus intercomunal -con pasajeros en su interior– atravesarse en la vía de dos sentidos, obligando a los malhechores a realizar una maniobra evasiva a más de 100 kilómetros por hora por la berma del camino, tras lo cual el vehículo impacta a altísima velocidad a los motoristas trágicamente fallecidos.

Así las cosas, surgen naturalmente varias interrogantes: ¿Fue prudente arriesgar la integridad de 46 o más pasajeros del bus, al obligar al chofer a interponerse a la loca carrera de los delincuentes en fuga? ¿Qué hubiese pasado si, fruto de ello, los delincuentes impactan el bus y por ello mueren no sólo los adolescentes en fuga, sino que inocentes pasajeros que nada tenían que ver con el delito y el posterior operativo de captura? ¿Habrá sido la maniobra que los antisociales se vieron obligados a realizar para evitar el impacto la razón por la cual después, metros más allá, impactan las motos de los carabineros siniestrados? ¿Vale la pena arriesgar la vida de terceros inocentes y exponerlos a peligrosas maniobras a altas velocidades por un robo y lograr detener a los eventuales autores? ¿Están los procedimientos policiales de estas características normados o, más aún, los carabineros que toman estas decisiones están realmente capacitados para asumir y elegir las maniobras menos lesivas, acorde a la responsabilidad que asumen con ellas?

Tras esta tragedia, que no se termina con la muerte de los dos efectivos policiales, sino que sigue con la golpiza que los sujetos sufren a manos (y pies) de los carabineros estando rendidos y heridos de gravedad tras el volcamiento del vehículo perseguido -lo que se puede apreciar también en el video- y para que de algún modo ésta haya valido la pena y también como forma de honrar a los caídos, lo único que se puede hacer es sacar lecciones en torno a la efectividad y necesidad de ordenar maniobras tan peligrosas para la integridad física de los demás, con el fin de la aprehensión, de cualquier modo y a cualquier precio, de un autor de un ilícito que a veces ni siquiera atenta contra bienes jurídicos relevantes, como habría ocurrido en este caso.

Lo peor es que no es primera vez que esto pasa, ya que recuerdo varios otros procedimientos policiales en que es al menos dudosa la forma en que una persecución se encara por las policías, y por ello mismo ya es hora que los protocolos estén claros y la capacitación de nuestros efectivos esté a la altura, con el fin de evitar al máximo estos resultados indeseables que, quizás con mayor mesura, pudieran haberse evitado.

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