Sala de Prensa

01/08/2017

Columna de opinión:

Justicieros imaginarios

Este articulo fue escrito por el Defensor Regional del Maule, José Luis Craig, y publicado por el Diario El Centro hoy martes, 1 de agosto de 2017.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

Por José Luis Craig M.,
Defensor Regional del Maule.

Coincidiendo con los estrenos infantiles que los cines lanzan ad portas de las vacaciones de invierno, se nos quiso vender la existencia de un superhéroe más imaginario que el de los cómics. Una persona que habría soportado más de 100 asaltos en sus negocios y propiedades y que, en su defensa, habría acabado con la vida de 12 delincuentes haciendo uso de sus armas de fuego.

Todos los medios de prensa dieron tribuna a sus destempladas opiniones y supuesta sufrida sobrevida, y aún más, se dio el lujo de ser invitado a polemizar con una candidata a la Presidencia de la República. Pero, como la mentira tiene 'patas cortas', más tarde que temprano fue descubierto por un periodista que hizo bien su trabajo, que cotejó con la fuente, que llamó a la Fiscalía para ver si eran verdaderos o no esos groseros números, y salió a la luz que éste era sólo un justiciero de papel.

En Chile no necesitamos justicieros de este tipo, como tampoco necesitamos noticieros que hagan creer en una realidad inventada, que hacen creer que estamos en un país ingobernable y en que la mafia opera sin castigo. Baste sólo mirar el estado de hacinamiento de las cárceles o los últimos estudios internacionales sobre los países pacíficos del mudo, en que Chile ocupa un lugar destacado.

Tampoco necesitamos que la gente tome justicia por su propia mano, sin mirar que nuestras instituciones funcionan, obviamente con algunos problemas, pero ¿quién no los tiene? Nunca se habían dictado más sentencias condenatorias en Chile, en procesos que además se mantienen abiertos por mucho menos tiempo que antes, y logrando además que en las cárceles exista un 60 por ciento de condenados, que es como debe ser.

Tampoco -más aun en los tiempos que se avecinan- necesitamos políticos que, con el fin de lograr más votos, pinten un país oscuro, gobernado por las tinieblas de la delincuencia, prometiéndonos que ellos son el camino, ayudados por la fuerza, para disminuir este flagelo.

Y no los necesitamos, porque las cifras año a año nos dicen lo contrario: bajan las denuncias, bajan los hogares victimizados, bajan los delitos de mayor connotación social, bajan los ingresos de causas penales, etc. Lo que sí necesitamos son especialistas en temas de política criminal, que nos permitan mantener y mejorar estos números, generar espacios seguros y barrios que sean un desincentivo para la comisión de delitos.

Necesitamos políticas educativas, sociales, de vivienda, familia, control de la natalidad, deporte, salud, laborales, que, estando en sintonía con las de política criminal pura y dura, nos permitan en el mediano y largo plazo que los jóvenes tengan menos chances de optar por la conducta extra legal, por el camino de incivilidad. 

Dejemos así a los justicieros para las vacaciones de invierno, para ir a ver sus aventuras con palomitas de maíz en una sala de cine con la familia, pues sólo ahí debieran existir estos personajes, en nuestra imaginación.

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