Sala de Prensa

27/12/2017

Columna de opinión:

La reinserción como desafío permanente

Este artículo, escrito por Loreto Flores Tapia, Defensora Regional de Antofagasta, fue publicado en el diario El Mercurio de esa ciudad.

Columna de la Defensora Regional, Loreto Flores Tapia

Columna de la Defensora Regional, Loreto Flores Tapia

Por Loreto Flores Tapia,
Defensora Regional de Antofagasta.

Como es costumbre al cerrar un nuevo año, es momento de detenernos y hacer un espacio para evaluar nuestros logros y, por cierto, plantearnos nuevos desafíos. En el ámbito de la defensa penal sucede lo mismo y, como institución garante de los derechos de las personas, nos arriesgamos a aspirar a grandes retos y abogamos por llegar a ellos mediante el compromiso de todos los funcionarios y defensores que integran nuestro servicio. 

En este sentido, el 2017 fue un buen año para la Defensoría Regional de Antofagasta, ya que además de seguir en la senda de la consolidación, concretamos hitos ligados a la especialización, a través del fortalecimiento de los programas de defensa indígena, de adolescentes, penitenciario y de mujeres privadas de libertad.

A ello se sumó la defensa penal especializada de imputados migrantes. Un orgullo para la región, dada la confianza depositada por la Defensoría Nacional en el trabajo que hemos ido desarrollando en este ámbito.

La Defensoría Penal Pública ha constatado, además, que la mirada penal no puede ir separada de la reinserción social, y es por ello que con gran satisfacción podemos decir que uno de los aspectos que también se intensificó durante este año, por nuestro servicio, fue el área de reinserción social, en torno a lo cual se desarrollaron numerosas acciones vinculadas a la búsqueda y materialización de actividades que aportan directamente a la resocialización de las personas privadas de libertad, desde un ámbito inclusivo y revalorizando aspectos culturales de los internos.

De esta forma, en Calama se trabajó con internos e internas indígenas privados de libertad. Sin ir más lejos, esta semana se efectuó la clausura de dos talleres de gran valor tradicional, que rescataron los valores y costumbres de las comunidades indígenas.

Uno de ellos el 'Telar a pedal y agujado' y otro fue la confección de un mural. Ambos cumplieron con creces el objetivo de entregar a los internos provenientes de comunidades indígenas una nueva opción de desarrollo cultural y, al mismo tiempo, entregar además un valor agregado, al poder realizar productos que son perfectamente comercializables, lo cual quedó de manifiesto con la total venta de los trabajos que se expusieron al interior del penal.

El 2017 también fue un gran año en Antofagasta, dado que por primera vez la Defensoría Regional se adjudicó recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), provenientes del 2 por ciento para seguridad ciudadana, desarrollo social y rehabilitación de drogas, para desarrollar el proyecto de teatro “Autoría teatral: redescubro mi vida”.

Se trata de una iniciativa que beneficia a 20 internos e internas con orientación sexual e identidad de género de personas, gays, homosexuales, bisexuales y transexuales (GBT) y personas con capacidades diferentes que viven en el módulo 88 del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) Nudo Uribe. Una deuda pendiente con un grupo muchas veces invisibilizado al interior de la cárcel. 

Sabemos que aún tenemos misiones importantes por alcanzar y trabajamos a diario para materializar nuestro lema “Sin defensa no hay justicia”, frase que manifiesta nuestro compromiso por el respeto a la dignidad de las personas en el ámbito de la persecución penal. Pero además, desde nuestra vereda intentamos contribuir a la reinserción de los privados de libertad, ya que entendemos que la reinserción es un desafío que vale la pena alcanzar. 

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