Sala de Prensa

04/08/2008

Defensora Nacional visitó El Manzano

El Manzano: hasta 25 reclusas en una celda. Hacinamiento, falta de talleres y largos tiempos de prisión fueron las principales quejas de las internas (Nota Diario El Sur, sábado 02 de agosto)

Cinco minutos tardaron las internas de El Manzano con la defensora nacional, Paula Vial Reynal, y contarle detalles de su vida dentro de la sección femenina del penal.

La abogada, quien asumió su cargo hace tres semanas, las escuchó atentamente e incluso gestionó soluciones para los problemas de algunas. "Y usted, ¿a que vino acá?, fue la sorpresiva pregunta de una interna y que motivó que el ambiente, tenso al principio, se distendiera.

Y aunque la defensora conoce la realidad carcelaria, la que vio en El Manzano no le agradó: hasta 25 internas en un dormitorio, donde las literas son de a 3 y llegan casi hasta el techo; un solo baño para 45 mujeres. Incluso, las internas imputadas no tienen derecho a patio, porque sólo hay uno y es para las mujeres condenadas. La ley prohíbe que tengan contacto, así que las primeras no saben de la luz del sol.

"Nosotras le pedimos que hayan más cursos para nosotras acá, para poder aprender algo, porque los cupos que hay se los dan a las condenadas, entonces ella me dijo que gestionarían algo, me alegro que los abogados nos vengan a ver", dijo Cristina Hormazábal (50), una de las primeras que se atrevió a acercarse a la defensora.

Otra consulta recurrente de las internas fue los largos tiempos que llevan algunas en prisión preventiva, sin llegar a juicio oral. Una de ellas, Jacqueline Quezada (24) llevaba ya un año presa por tráfico, sin saber nada de su caso. "A veces es tanto el hacinamiento que no queda más remedio que dormir de a dos por cama o en el piso", reveló.

Reinserción

En el Centro de Internación Provisoria de Coronel, la queja más recurrente de los adolescentes fue la deficiente infraestructura. Sus directivos le plantearon que los menores a veces se rehúsan a asistir clases, pues no es obligatorio.

"Tenía menos espacio que los centros de menores que conozco, aunque se nota que hay un esfuerzo. Están en el camino correcto, pero aún falta", dijo Paula Vial tras las visitas.

Ahora, el objetivo es integrar la escolaridad en los planes de trabajo que los jóvenes reciben como sentencia para que deban asistir a clases.

"Son adolescentes y no tienen noción de futuro, hay que explicarles el beneficio que es para ellos que se eduquen y que les sirve para reinsertarse una vez que salgan libres, porque hay algunos no tienen ni siquiera cuarto básico", dijo la abogada.

Paula Vial reconoció que le habría gustado visitar El Manzano completo, pero no pudo por falta de tiempo, "pero yo quiero conocer las realidades y así ver las necesidades que tienen".

Y en cuanto a lo que apreció en El Manzano, "no me pareció lo óptimo, aunque he visto cosas peores", afirmó. Y también mejores, como en la cárcel de Rancagua. Allí, las celdas eran individuales o de dos personas.

Por eso, explicó que su gestión planteará la necesidad de apostar por la reinserción de quienes han infringido la ley, para que así no reincidan y sigan aumentando la cantidad de personas detenidas en este tipo de condiciones, más que deficientes.

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