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Dirigentes indígenas de la comunidad de Quitor se reunieron con representantes de la Defensoría Regional de Antofagasta

26/05/2020

Dirigentes indígenas de la comunidad de Quitor se reunieron con representantes de la Defensoría Regional de Antofagasta

El objetivo fue exponer cómo la defensa especializada indígena trabaja para ser un puente entre los pueblos originarios y el sistema de justicia.

Por Julia Arriagada Márquez
Defensoría Regional de Antofagasta

Con el fin de conversar sobre los derechos que tienen las personas indígenas en el sistema penal, se reunieron en forma virtual los dirigentes de la comunidad de Quitor, su presidenta Maribel Rodríguez y su director Wilfredo Reyes, con los representantes de la Defensoría Regional de Antofagasta, la facilitadora intercultural Marioli Lique y el defensor jefe de Calama Hernán Díaz.

Los representantes del mundo indígena en Quitor, pueblo atacameño o likan antai de la zona precordillerana del desierto de Atacama, buscaban aclarar conceptos jurídicos penales y conocer los objetivos de la defensa especializada en materia de derechos de los pueblos originarios que lleva adelante la Defensoría.

Así fue como desafiando la distancia, los representantes de la defensoría explicaron que con su trabajo buscan tender un puente entre el mundo indígena y el sistema penal, considerando especialmente que algunas costumbres y tradiciones enraizadas entre las personas indígenas, pueden ser consideradas como conductas delictuales para aquellos que las desconocen.

"Existen conductas que pueden parecer muy propias de la cultura de los pueblos y que no revisten mayor lesividad como lo es el porte de arma de escopetas antiguas heredadas por generaciones y que son usadas en el pastoreo. Pero una persona que desconozca esta costumbre puede atribuir el hecho a la comisión de un delito y terminar en un juicio oral como ya ocurrió en Calama por una situación siomilar", ejemplificó Hernán Díaz.

“Desde la cosmovisión que agrupa a los poblados del interior existen costumbres muy particulares como el uso de la hoja de coca para ceremonias y festividades pero que a ojos de la ley su porte puede ser presumido como tráfico. En esos casos nuestra misión es identificar los límites entre la costumbre y la infracción”, complementó la facilitadora Marioli Lique quien comparte con los comuneros su condición indígena.

En este contexto, el defensor local jefe destacó la permanente colaboración que han recibido de parte de las organizaciones originarias, las que han apoyado con difundir la labor y rol de los defensores en la zona de los ayllus de San Pedro de Atacama. “Sabemos que no es fácil pedir de buenas a primeras que las comunidades confíen en la institucionalidad, pero nuestro trabajo ha sido permanente desde el 2011 y al interior de los distintos poblados nos reconocen como referentes de apoyo frente a situaciones de tipo penal, especialmente cuando tienen lugar sucesos que claramente se conjugan con la costumbre y pueden ser entendidos como infracciones a la normativa”, destacó Díaz.

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