Sala de Prensa

17/03/2021

Sostuvieron un diálogo participativo

Equipo de la Defensoría Regional de Aysén se reunió con mujeres privadas de libertad

La actividad, que contó con todos los resguardos sanitarios necesarios para prevenir contagios por Covid-19, convocó a mujeres condenadas e imputadas que habitan la sección femenina de la cárcel de Coyhaique. La actividad contó

Por Valeska Olavarría Gallardo,
periodista Defensoría Regional de Aysén.

La cárcel de Coyhaique es el único centro de reclusión en toda la región que cuenta con un área destinada al encierro de mujeres mayores de edad. Hasta allí llegó un equipo de la Defensoría Regional de Aysén, integrado por el jefe regional de Estudios, Cristian Cajas Silva, y el defensor penitenciario Elvis Camerati Esparza, quienes se reunieron con las internas para explicarles sus derechos y garantías, además de escuchar y resolver sus dudas y consultas.

El seremi de Justicia y Derechos Humanos de Aysén, Luis Prieto, acompañó el inicio de la actividad, llevada cabo el pasado lunes 15 de marzo. De esta manera, previa autorización de la jefatura de la unidad penitenciaria, se generó un espacio en el que fue posible dialogar sobre los derechos y garantías que las internas tienen como mujeres privadas de libertad.

“Es importante que nuestras usuarias comprendan que estar encarceladas (ya sea en prisión preventiva o cumpliendo una condena) básicamente implica la pérdida de la libertad de desplazamiento, pero el resto de sus derechos permanecen intactos y deben ser respetados”, explicó el defensor penitenciario.

Así, a los derechos a ser tratadas con dignidad, a recibir atenciones de salud y a comunicarse con sus defensores se suma el de mantener vínculos afectivos y comunicarse con sus seres queridos, estudiar, capacitarse y trabajar. Estas son áreas que las internas deberían poder desarrollar aun estando privadas de libertad, de acuerdo con las posibilidades del centro de reclusión en el que estén.

Así lo explicó Elvis Camerati: “En cárceles de otras regiones de Chile las mujeres recluidas tienen la posibilidad de estudiar y capacitarse. Lamentablemente, en nuestra región esas posibilidades son muy reducidas, lo que nos preocupa y urge de cambiar, ojalá con el apoyo de otras instituciones”.

HABITABILIDAD DIGNA
El derecho a permanecer en condiciones de habitabilidad digna, fue otro de los aspectos abordados durante la visita. Ello, porque a la fecha son 14 las mujeres imputadas o condenadas que se encuentran privadas de libertad en la sección femenina, número demasiado alto para el reducido espacio en que se encuentran confinadas.

“Nos preocupa mucho la sobrepoblación en que viven actualmente las mujeres privadas de libertad de la región. El espacio común y los dos dormitorios comunes (uno para condenadas y otro para imputadas) no dan abasto para el número de internas”, advirtió Cristian Cajas.

El jefe de Estudios recordó que el encierro en dormitorios es desde las 17:30 hasta las 07:30 de la mañana del día siguiente, periodo en que la reclusión se intensifica, con lo cual pueden incluso surgir problemas de convivencia y complicaciones psicológicas entre las internas.

A lo anterior se suma que, como consecuencia de las necesarias medidas sanitarias activadas en los centros penitenciarios, las mujeres recluidas se encuentran sin visitas presenciales y sin actividades educativas, formativas o recreativas que realizar.

“Esto nos preocupa y estamos buscando las formas de ayudarlas”, señaló Cajas, quien comentó que si bien las internas están físicamente sanas, es necesario hacer un esfuerzo más para apoyar sus procesos de rehabilitación y reinserción social, en los que resulta fundamental desarrollar alternativas para que puedan capacitarse, usar constructivamente su tiempo, trabajar y generar recursos para ayudar a sus familias que quedaron en el medio libre, o bien ahorrar para una vida digna, una vez cumplido su tiempo en prisión.

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