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Menor que cumple condena en Centro Semicerrado de Copiapó se reencontró con su padre después de 15 años sin verlo.

04/11/2008

Menor que cumple condena en Centro Semicerrado de Copiapó se reencontró con su padre después de 15 años sin verlo.

Encuentro se hizo realidad gracias a la gestión del asistente social de la Defensoría de Atacama, Inti Araya

Copiapó amaneció bajo un cielo nublado, pero para Cristián Muñoz Romo y su padre brilló el sol. Después de quince años sin verse fuimos testigos de un emocionante reencuentro familiar, el que ocurrió en dependencias de la Defensoría Regional de Atacama; después de que este joven copiapino de 16 años cumpliera el anhelado deseo de volver a estar con su padre, con quien había perdido todo contacto desde su más temprana infancia.

Un emotivo gran abrazo selló el reencuentro, el que fue posible gracias a la rápida gestión del asistente social de la Defensoría Regional, Inti Araya; quien ubicó al padre del muchacho, y que viajo desde Santiago para su encuentro.

Para nuestro compañero de labores Inti Araya, la decisión de encontrar al padre nació por la confesión del propio menor de sentirse solo y triste, llegando incluso a atentar contra su vida. Le contó su historia de precariedades y falta de cariño, ante lo cual nuestro profesional procedió a buscar al padre, dando con su paradero en la ciudad de Santiago. “Estoy muy agradecido por lo que hizo, por haberme encontrado y darse la posibilidad de volver a estar con mi hijo” fueron las palabras del padre para nuestro asistente y quien arreglo el encuentro de este padre con su hijo.

Cristián, quien sólo ha sabido de necesidades en su corta vida, no pudo decir palabra alguna. Fue un encuentro muy conmovedor porque no tiene ningún recuerdo de su progenitor, ya que él se fue del hogar cuando solo tenía un año de vida quedando al cuidado de la madre, la que luego lo abandonó y que marcó el principio de una vida llena de precariedades y carencias en que a veces y para subsistir, sus actos transgredían la legalidad, situación que lo tienen actualmente cumpliendo condena en el Centro Semicerrado de Copiapó.

“Yo no sabía que mi hijo estaba así, yo pensaba que estaba bien con mi hermana. Por eso ahora yo vengo a retribuir todo, pero primero el tiene que pagar por lo que hizo a la sociedad y de ahí me lo llevo para Santiago”, señalo el padre, quien además iniciará los trámites para que su hijo pueda ser trasladado a esa ciudad y así comenzar, por fin, a recuperar el tiempo perdido y por fin darle la oportunidad a su hijo que le ha sido tan esquiva durante toda su corta vida, así como la debieran tener todos los jóvenes y niños de este país.

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