Sala de Prensa

08/02/2023

Asistente administrativo de la DRMN:es bombero y viajó a colaborar en la actual emergencia:

Alejandro Farías: “Todos los días nos debatimos entre la vida o la muerte”

Como funcionario de la Defensoría Regional Metropolitana Norte, Farías dejó su trabajo en pausa para combatir el fuego junto a otros cientos de voluntarios en la catástrofe que afecta desde hace días a la zona centro-sur de Chile.

Por Pamela Muñoz V.,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

“Soy nacido y criado en Conchalí”, cuenta orgulloso el intendente general de la Quinta Compañía de Bomberos de esa comuna. Alejandro Farías cumplió 15 años como bombero, una vocación que le ha significado desplegar enormes esfuerzos para combatir algunas de las catástrofes más grandes que han afectado a Chile y otros países vecinos.

En su casa de la población "Eneas Gonel" vive con su esposa, sus dos hijos y su madre, cuatro personas por quienes daría todo. Tal como cuando juró dar la vida en ayuda de quien lo necesite cuando se integró a la institución bomberil.

En estos días trabaja a toda máquina combatiendo el fuego en Portezuelo y Santa Juana, dos de las decenas de comunas que han sido devastadas por las llamas, dejando a sus habitantes con la incertidumbre y el desconsuelo de ver cómo han perdido el esfuerzo y los recuerdos de toda una vida.

-¿Cuáles son tus labores específicas?
-En mi cargo de intendente general de la Quinta Compañía me desempeño como oficial operativo. Así, estudio los puntos focales de los lugares que se están incendiando y estructuro un plan de distribución de los grupos de bomberos. Con este procedimiento podemos conocer el lugar y ver cómo está compuesto: si hay fábricas o casas que se puedan ver perjudicadas, cuántas hectáreas de bosque afecta el fuego y manejar el protocolo de rescate para cada caso.
También nos permite ejecutar un plan de escape en caso de alguna emergencia, pues en muchas ocasiones hemos estado rodeados por las llamas y debemos tener claro cómo salir. Todos los días nos debatimos entre la vida y la muerte, sin ánimo de exagerar. 

UNA TRAGEDIA INIMAGINABLE
-¿En qué lugares has estado trabajando contra la actual emergencia?
-En este momento nos encontramos en Portezuelo, pero seremos trasladados a la zona de Valdivia, donde se ha activado un foco de incendio. Entre el viernes y el sábado pasados estuvimos en Santa Juana, donde hay nuevos puntos de fuego. En cada uno de estos lugares sólo hemos recibido ayuda de los mismos vecinos que se han visto afectados. Los municipios, la Conaf, el Senapred y todos los organismos públicos están colapsados. Nadie ha dormido más de cuatro horas diarias desde que empezó la tragedia. En momentos de desconsuelo he tenido que ser el padre, el hermano y el amigo de mis compañeros, pues cuando uno ve este nivel de destrucción piensa en su familia y en el riesgo que corres de no volver a verlos. 

-¿Cómo te encuentras después de todos estos días de esfuerzo?
-Todos estamos agotados física y mentalmente. Desde el viernes solo he dormido ocho horas. Ahora estoy a cargo de 120 bomberos y lidero el grupo de tareas número 8, junto al segundo comandante de la Compañía de Bomberos de Maipú y el primer comandante de María Pinto.
Ayer integramos una mesa técnica para evaluar la situación en la que se encontraba este lugar y así realizar el operativo técnico. Hasta ahora solo contamos con 24 carros de bomberos provenientes de algunas comunas de la Región Metropolitana, más seis carros de la zona. También hemos perdido implementos, pues hemos tenido que dejar elementos abandonados para poder escapar en situaciones de alto riesgo. Estar aquí es una incertidumbre constante, pero nos reconforta saber que lo que hacemos es por un bien mayor y para acabar con todo este desastre. Nosotros juramos dar la vida y lo haremos si es necesario.

-¿Cuál es la situación más impactante que te ha tocado ver?
-Lo que más me ha marcado es ver sufrir a las personas que han perdido en un segundo lo que habían conseguido con años de esfuerzo. Es desolador pensar que muchos afectados sólo quedaron con lo puesto. Algunos perdieron seres queridos, otros vieron morir a sus animales, de los que dependía su sustento. Las imágenes que estamos viendo acá son devastadoras. La gente aún no se alcanza a imaginar la magnitud de estos incendios. Me atrevería a decir que es lo más fuerte que he vivido en toda mi trayectoria como bombero.

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