Sala de Prensa

09/03/2023

Claudia Castelletti, encargada de Programa de Género de la Defensoría Penal Pública:

"Cuando empezamos, no había literatura jurídica de cómo defender a una mujer" (*)

En entrevista con el diario El Mercurio de Antofagasta, la abogada analizó el trabajo de la Defensoría Penal Pública en este ámbito durante su visita a la capital regional.

(*): La siguiente entrevista fue publicada por el diario El Mercurio de Antofagasta. 

"'Si ya las mujeres somos medias invisibles en la sociedad, la verdad es que ellas (las privadas de libertad) son mucho más invisibles", declara Claudia Castelletti, encargada del Programa de Género de la Defensoría Penal Pública, luego de una actividad en conmemoración al Día de la Mujer, el 8M, en el Centro Penitenciario Femenino de Antofagasta.

"La conmemoración se dio en paralelo al operativo preventivo de salud que presentó la Defensoría y cuenta con fondos del Gore, que busca realizar exámenes a las mujeres en custodia de Gendarmería. Exámenes que, señala la experta de la DPP, son cotidianos para las mujeres, pero no en el caso de quienes están privadas de libertad (ver recuadro).

-"¿Cuál es la importancia de desarrollar estas estrategias de salud en el centro?
-"Si ya las mujeres somos medias invisibles en la sociedad, la verdad es que ellas son mucho más invisibles, porque en ellas se juntan muchas causales de discriminación. Son normalmente mujeres económicamente desvalidas, son mujeres que tienen estructuras culturales sumamente patriarcales. Si tú conversas con ellas, vienen de familias muy machistas, que han tenido poco acceso a la educación, al desarrollo, a la intimidad, muchas de ellas además son extranjeras, con muchos hijos de padres distintos en muchos casos, y el solo hecho de ser madres con hijos de padres distintos ya las ponen en una situación como de "sospecha moral". Hay un montón de cosas que se van juntando en ellas, y por eso son mujeres que incluso no tienen identidad, no se siente merecedoras de algo bueno.
"Estas cosas (como el operativo de salud) debieran ser normales, todas las mujeres debiéramos tener acceso a la salud razonable. Ni siquiera estamos pidiendo que las manden a las mejores clínicas de Estados Unidos y Europa. No, estamos pidiendo que se hagan todas las residentes de este país.

-"¿Cómo se lleva la perspectiva de género al trabajo de la DPP?
-"Me gusta decir que el tema de género ha sido una construcción comunitaria en la Defensoría. Cuando empezamos con esto, que fue por el año 2003, revisamos en la literatura jurídica y no había sobre cómo defender una mujer. Así que empezamos a construir argumentos que muchas veces provenían de equipos que no son estrictamente jurídicos.
"Las instituciones jurídicas son súper 'abogado-céntricas', pero este tipo de cuestiones te obligan a conversar con tu compañera, que es tu secretaria, que es la periodista, la asistente social, la psicóloga, a veces la estudiante en práctica y en muchos casos -y es lo más bonito- con las propias imputadas. Es empezar a construir una cuestión con ellas, porque no hay, insisto. Por ejemplo, en técnicas de investigación en juicio oral hay muchos libros, pero de esto no había.

"MIEDO INSUPERABLE"
"Una perspectiva de género en el trabajo de la DPP es fundamental para zonas como la región de Antofagasta o la macrozona norte, en general, donde mujeres extranjeras cruzan la frontera chilena transportando droga, siendo el eslabón más bajo de la red del narcotráfico.

"En estos casos, argumenta Castelletti, 'hemos tenido casos en que hemos levantado lo que se llama 'el miedo insuperable'. Por ejemplo, en muchos casos, a las mujeres las amenazan diciendo "o traes la droga o mato a tu hijo". Pero también hay casos de mujeres desesperadas porque tienen un hijo enfermo o son muy pobres, y por pasar un kilo de cocaína les pagan 150 dólares, que es nada para nosotros, pero con esa plata mantienen meses a sus familias y están arriesgando cinco años de prisión o más'.

"Ahí dices si eso lo hacen tan voluntariamente o, en definitiva, la vida te tiene tan acongojada que estás dispuesta a correr un riesgo tremendo, arriesgando tu propia vida (...)", añade.

-¿Cómo se da la reinserción de las mujeres después de cumplir las penas?
-"Mira, diría que la reinserción no es proceso lineal. En gran parte, las mujeres, a diferencia de los hombres, señalan como fundamento de querer de salir del círculo del delito a sus familias. El principal motor de las mujeres son, en general, sus hijos, a diferencia de los hombres.
"Para los hombres son, en general, sus proyectos personales, que no necesariamente son con sus familias. En ese proceso hay distintos tipos de reinserción, justamente dependiendo de cuánto ellas lograron reconstruirse personalmente en las cárceles. Tenemos muchos tipos de mujeres que el proceso penal las hace darse cuenta de lo que han vivido y decir 'esto no lo quiero más', y el proceso penal termina siendo un punto de quiebre en sus vidas, donde ellas terminan siendo líderes de sus comunidades.

"Pero hay otras que no logran salir de los círculos de la violencia, porque llegan al mismo lugar de donde vinieron. Son cosas que hacen que no sanen. Aparte, si a una mujer promedio le cuesta encontrar trabajo en comparación con un hombre, piensa en los prejuicios que hay en torno a las mujeres que pasaron por ese penal: más prejuicios y más dificultades, y terminan en un círculo que no logran salir... Hay de todo, pero nosotros intentamos que, con lo malo que fue el proceso penal, digan 'basta'".

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