Sala de Prensa

23/01/2009

Cualquiera puede ser Rosa

Columna de Pedro Casanueva Werlinger, Defensor Regional, publicada en El Mercurio de Antofagasta

Todos vimos por televisión que  una joven con  varios meses de embarazo era exhibida, por todos los canales de Santiago, como la  líder de una peligrosa banda de asaltantes de casas. Las imágenes cubrieron su salida desde el cuartel policial en compañía de dos serias y orgullosas funcionarias policiales, quienes la conducían hacia el Tribunal de Garantía para la audiencia de control de la detención y de formalización. Se le impuso prisión preventiva ya que el fiscal así lo solicitó con el mérito de haber sido reconocida en rueda de reconocimiento. Nada importó, ni para el fiscal ni para el juez de garantía que ella señalara siempre que era inocente. Tampoco sirvieron para nada, en este caso,  sus antecedentes intachables. Sin embargo, ahora todos se sorprenden, incluso aquellos medios que la mostraron  inequívocamente como la jefa de esa banda, cuando se evidenció el error y quedó claro que ella nada tenía que ver con los delitos investigados. Hay sorpresa ahora, cuando se toma conocimiento que sólo se estaba en presencia de una mujer joven, trabajadora, sin antecedentes y que producto de un error en la identificación, en el marco del procedimiento policial,  se la sindicó como parte de un peligroso  grupo  dedicado a la comisión de ilícitos. Luego vimos a otra joven, menor de  edad, a quien se le señala como la verdadera lider de esa banda. Claramente debemos preocuparnos. No es la primera vez que ocurre algo similar. Ya son varios los casos que se han conocido públicamente. Es posible que existan otros  que ni siquiera se conozcan. De no haber mediado una llamada anónima en el caso de Rosa, que permitió ubicar a quien ahora se señala como la responsable o miembro de una banda, lo más probable, es que habría seguido privada de libertad y el fiscal a cargo de la causa, conduciendo su investigación para conseguir condena respecto de quien nunca debió haber estado ni un minuto detenida ni en prisión preventiva. Imputaciones y  condenas por reconocimientos  erróneos son numerosas en el mundo. En EEUU, el tema, que es muy estudiado, se señala como una  las razones más fuertes de error en los procedimientos y en las decisiones judiciales. Es posible que en Chile existan hoy personas privadas de libertad y tal vez condenadas injustamente, por error en las  identificaciones. Por cierto que debemos preocuparnos,  ya que en nuestro país no existen criterios claros, uniformes en materia de reconocimiento que garanticen la rigurosidad de los mismos y eliminen las posibilidades de equivocación. Tal vez el Fiscal Nacional podría prestar tención a este importante tema y dictar un instructivo que establezca condiciones básicas para este procedimiento, personas con características similares en estatura, contextura, etc. La presencia del defensor sería un elemento legitimador de esta importante diligencia policial y de investigación. Esperamos que estas lamentables situaciones sirvan al menos para evitar en el futuro el dolor y el sufrimiento de personas inocentes. Si ello no ocurre así, todos  estaremos expuestos a vivir la experiencia de esa joven madre, porque  cualquiera puede ser Rosa.

 

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