Sala de Prensa

13/03/2009

Fotos de calidad del sitio del suceso permiten determinar con precisión una data de muerte

Experto británico John Clark, que entregó a ministro Valderrama informe el crimen de Rodrigo Anfruns, expuso a auditorio lleno en charla organizada por DRMN.

Defensores, fiscales, magistrados y periodistas llegaron hasta el auditorio del edificio de la Defensoría Penal Pública en el Centro de Justicia de Santiago para asistir a la exposición del prestigioso perito escocés John Clark. En la charla, organizada por la Unidad de Estudios de la Defensoría Regional Metropolitana Norte, el actual jefe de los servicios forenses de Glasgow expuso sobre su larga experiencia apoyando juicios desarrollados  en su país, en estados extranjeros y también en la Corte Internacional de La Haya. Clark expuso que las nuevas técnicas forenses permiten determinar con gran exactitud las causas y datas de muerte, incluso en fosas colectivas, como le tocó examinar en causas por delitos de lesa humanidad cometidos en los conflictos en la ex Yugoslavia y en Irak. Entre ellas mencionó el análisis de más de 150 víctimas asesinadas por el régimen del ex líder serbio Slobodan Milosevic. Explicó también que  no es imprescindible haber estado en el sitio del suceso o hacer un análisis directo de los cuerpos para determinar la data y causa de muerte. Precisó que si se tienen buenos registros fotográficos se pueden determinar con mucha certeza aspectos del deceso. Este punto tiene relevancia en la tarea que trajo a Chile a John Clark. Después de revisar exhaustivamente las fotografías y otros documentos del hallazgo del cuerpo del  pequeño Rodrigo Anfruns, asesinado en 1978 en Santiago, entregó su informe al magistrado Manuel Valderrama. Existe una gran disyuntiva respecto a la data de muerte del niño de 6 años, ya que el cadáver fue encontrado 10 días después de que desapareció en un sitio eriazo aledaño a su casa. Los informes de la época establecieron que el menor murió el mismo día de la desaparición, lo que resulta inverosímil para la familia ya que ante la expectación nacional del caso esa zona fue peinada por la policía. Por eso hoy existe la tesis de que Rodrigo permaneció secuestrado más de una semana, y sólo falleció algunas horas antes de ser encontrado, lo que debilita la conclusión policial de la época en cuanto a que todo lo habría hecho el menor de iniciales P.P.T., que en esa fecha tenía cierto 16 años, con un cierto retardo y que vivía solo con su abuela.

A pesar de la expectación, y por disposición del ministro Valderrama, John Clark eludió referirse a sus conclusiones sobre el caso.

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