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01/12/2023

Un total de 119 personas acreditaron sus competencias laborales

Defensoría Regional de Antofagasta logró la mayor certificación de ChileValora para personas privadas de libertad

Con un 91 por ciento de éxito culminó este proceso, que coordina esfuerzos públicos y privados para mejorar la empleabilidad de estas personas a través del reconocimiento de su experiencia y conocimiento.

Por Julia Arriagada Márquez (Defensoría Regional de Antofagasta)
y Manuel Genovese (ChileValora).

Un total de 119 personas privadas de libertad en los centros penitenciarios de la región de Antofagasta certificaron sus competencias laborales en perfiles ocupacionales de ChileValora, como soldadores, albañiles, manipuladores de alimentos y auxiliares de aseo.

El proyecto, impulsado en conjunto por las sedes regionales de la Defensoría Penal Pública y Gendarmería de Chile, y financiado por el Servicio Nacional de Capacitación de Empleo (Sence), buscó reconocer formalmente los aprendizajes laborales previos de quienes cumplen una sanción penal en la región, para potenciar sus condiciones de empleabilidad y avanzar en sus procesos de resocialización.

Con esto, la totalidad de las personas certificadas quedaron en una mejor situación para su reinserción laboral, una vez que cumplan las respectivas condenas, debido a que la certificación obtenida es una herramienta que acredita el conocimiento y la experiencia en un oficio, independiente de cómo fueron adquiridos y de si las personas poseen o no un título o grado académico al respecto, lo que facilita la búsqueda de empleo y, por ende, reinsertarse socialmente.

La cantidad de personas certificadas es la más alta de la que se tiene registro a nivel nacional en recintos carcelarios, considerando que fueron 150 internas e internos quienes comenzaron el proceso de evaluación y certificación, de los cuales 119 fueron aprobados, lo que representa el 91 por ciento del total.

El proceso se inició en junio pasado, con la licitación de las becas Sence, y avanzó durante julio y agosto con la coordinación entre la Defensoría Regional de Antofagasta y Gendarmería para que los evaluadores de los centros certificadores acreditados por Chilevalora -Asimet, Bureau Veritas y Simoc- pudieran ingresar al Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Antofagasta y a los centros de detención preventiva de Taltal, Tocopilla y Calama.

Además, se evaluaron las mujeres que se encuentran en el Centro Penitenciario Femenino (CPF), con lo que completó un proceso con cobertura regional.

Al respecto, el Defensor Regional de Antofagasta, Ignacio Barrientos Pardo, quien participó en todas las etapas del proceso y en las ceremonias de certificación, resaltó la importancia de este paso, ya que “constituye un acto de confianza hacia las personas privadas de libertad. Por eso estamos aquí y hemos trabajado intensa y colaborativamente con instituciones públicas y privadas, para que este proceso tuviera el éxito que tuvo. Estas certificaciones nos llenan de orgullo, porque creemos en la reinserción social y laboral de estas 119 personas, que podrán avanzar con más confianza en el futuro”, señaló.

En este mismo sentido, la seremi del Trabajo y Previsión social, Camila Cortés, sostuvo que “ChileValora en nuestra región sin duda abre oportunidades a las personas que certifican sus competencias laborales, ya que los acredita como expertos en el oficio que han desarrollado a lo largo del tiempo, lo cual les permite ampliar sus posibilidades de empleo. Superar el proceso de certificación no es fácil. Por eso es un logro importante que, además, genera confianza en las y los trabajadores y potencia el desarrollo de sus habilidades, lo que generará un cambio en su vida laboral y familiar”.

En tanto, la Seremi de Justicia y Derechos Humanos, Trissy Figueroa, manifestó que “este tipo de iniciativas impactan directamente a las personas privadas de libertad y en su proceso de reinserción social y laboral. A través de un programa piloto a nivel nacional, nuestra región se transformó en un ejemplo a seguir, no sólo por la alta participación de los internos e internas, sino que por las herramientas que les entregaron, como es una certificación a sus competencias en diversas áreas, como soldadura, manipulación de alimentos, auxiliar de aseo y albañilería. Como ministerio recogemos estas acciones, así como también las necesidades para que, a partir de las mismas, se orienten los esfuerzos públicos que permitan lograr un sistema de relaciones laborales que privilegien la cooperación entre todos los actores públicos y privados involucrados”, aseguró.

IMPORTANCIA DE LA CERTIFICACION
Respecto de la importancia de la certificación de competencias laborales en el mundo del trabajo, el coordinador regional de ChileValora, Mauricio González, explicó que, “en primera instancia, una certificación de ChileValora reconoce el trabajo que las personas saben hacer. Es decir, se acredita la experiencia que ya poseen en determinada materia y eso le entrega valor a su trabajo. Pero, además, estandariza las labores que se deben desarrollar en un puesto laboral, lo que facilita la selección de personal en empresas, fábricas o restaurantes”, indicó.

A su vez, el director regional (S) del Sence, Guido Muñoz, sostuvo que “este proceso es importante, porque permite entregar una certificación de competencias laborales a quienes están internos en los centros de la región, lo que potencia sus capacidades y sus oficios para que puedan reinsertarse en la sociedad y poder mejorar su calidad de vida una vez que terminen sus condenas”, aseguró.

Uno de los beneficiarios que aprobó el proceso de evaluación para obtener la certificación de ChileValora fue Kevin Rodríguez, quien agradeció la oportunidad al señalar que “la certificación nos ayuda a dar un nuevo paso. Podemos lograr un trabajo, nos puede reinsertar en la sociedad. Me siento agradecido, esta es la segunda oportunidad que todos merecemos en la vida para abrir nuevos caminos”.

EL MÁS NUMEROSO
El proceso de certificación al interior de los centros penales de la región de Antofagasta constituye el más numeroso hasta ahora desarrollado y abordó cuatro áreas laborales; albañilería, auxiliar de aseo, manipulación de alimentos y soldadura.

En el Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Nudo Uribe, que es el penal más grande la región, se certificaron 23 hombres como auxiliares de aseo. Para su selección se priorizó a quienes se desempeñan como trabajadores de la empresa concesionaria del penal (Sodexo), la cual contribuyó con el proceso de acreditación mediante la disposición de materiales e implementos de aseo.

En el caso de las mujeres, en el Centro Penitenciario Femenino (CPF) de Antofagasta se certificaron 13 manipuladoras de alimentos y dos auxiliares de aseo, quienes se suman a las seis certificadas que se encuentran en el CDP de Tocopilla y tres en el CDP de Calama, totalizando 24 mujeres, es decir, un 20 por ciento del total de personas acreditadas en la región.

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