Sala de Prensa

16/09/2009

Defensor Regional de Antofagasta y directora nacional del CONACE visitaron Centro Preventivo Femenino

Pedro Casanueva y María Teresa Chadwick revisaron el avance del programa de rehabilitación de drogas para mujeres privadas de libertad.

El Defensor Regional de Antofagasta, Pedro Casanueva Werlinger, y la jefa de la Unidad de Estudios, Loreto Ximena Flores, sostuvieron ayer una reunión desayuno con la directora nacional del CONACE,  María Teresa Chadwick, quien los invitó al Centro Preventivo Femenino de la ciudad para conocer el programa de rehabilitación de mujeres privadas de libertad con abuso importante de drogas. En el encuentro también participaron el intendente regional, Cristián Rodríguez Salas; el director regional de Gendarmería, Eduardo Fuentes Paredes, y la Seremi de Justicia, Janina Gordillo Guerra, entre otras autoridades regionales. Los asistentes recorrieron las instalaciones, dialogaron con las profesionales del recinto, con las internas que han egresado y con aquellas que se mantienen en este programa de rehabilitación que financia el CONACE, quienes durante el desayuno expusieron sus experiencias. Las beneficiadas agradecieron la existencia de este programa y la oportunidad de poder incorporase a él, destacando el enorme compromiso de quienes están a cargo del mismo. María Teresa Chadwick saludó a las internas y resaltó el compromiso del Gobierno por llevar adelante estos programas y el valor de las internas para enfrentar este desafío de rehabilitación. Pedro Casanueva valoró el ejemplo de estas mujeres, que realizan un esfuerzo digno de ejemplo por reconstruir sus vidas y por reclamar de la sociedad el reconocimiento a su dignidad como seres humanos. También valoró el aporte de CONACE para estos programas y señaló la necesidad de destinar voluntades  y recursos para el seguimiento en libertad de los mismos. Según el Defensor Regional, estas iniciativas apuntan a “reconocer la dignidad de nuestras mujeres privadas de libertad”, por lo que pidió que se una a otros esfuerzos, como el reconocimiento al cuidado directo de los hijos menores de dos años, derecho que debe ser reforzado, pues se deben despejar los temores de muchas internas respecto del destino y futuro de sus hijos pequeños. “Estos esfuerzos constituyen una demostración de la preocupación por la situación de las mujeres privadas de libertad. No obstante lo anterior, nuestra sociedad debe avanzar mucho más. Debemos tener una ley de ejecución penal que contemple una defensa penitenciara de calidad y la figura de un juez de vigilancia o de control de la ejecución.  Debemos pasar de una cultura de los beneficios a una cultura de los derechos en el ámbito penitenciario”, aseguró.
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