Sala de Prensa

25/09/2009

Gracias al proyecto Tribunales de Tratamiento de Drogas: "Mis hijos recuperaron a su padre"

Tribunal de Garantía de Antofagasta decretó primer sobreseimiento definitivo en causa de violencia intrafamiliar, luego de que el imputado se rehabilitó de las drogas y se reinsertó laboralmente en el marco del proyecto impulsado por CONACE, la Fiscalía y la Defensoría Penal.

Como en muy pocas ocasiones, la emoción se instaló en la sala de audiencias número 5 del Tribunal de Garantía de Antofagasta. Allí se desarrolló la audiencia que decretó el primer egreso en un caso sometido al programa “Tribunales de tratamiento de drogas para infractores bajo supervisión judicial”.

Justo cuando se cumplió un año desde que el imputado Oscar Araya López aceptó las condiciones que se le impusieron para suplir el cumplimiento de pena por un tratamiento de rehabilitación, el magistrado Carlos Muñoz dictó el sobreseimiento definitivo de la causa, fundado en los excelentes resultados obtenidos por el imputado y los manifiestos avances en su reinserción social.

Oscar Araya fue formalizado el 23 de septiembre del 2008 por violencia intrafamiliar. Allí estuvo hace un año  enfrentado a su mujer, Isabel. En esa época sus antecedentes apuntaban a que la raíz del problema estaba en el consumo de drogas, lo que transformaba a Araya en un hombre violento y sin mayores aspiraciones. Hoy, en cambio, la historia es categóricamente contraria. Araya se rehabilitó, inició actividades como microempresario y volvió a vivir con su familia.

RESULTADO IDEAL En palabras de su defensor penal, Roberto Vega Taucare, la adhesión de Araya a su tratamiento manifiesta los resultados ideales del programa, ya que en el lapso de un año se dio la oportunidad de cambio a un padre de familia, se le dieron las herramientas y él construyó una nueva vida, acorde a los desafíos que el sistema se plantea para el éxito.

La fiscal de la causa, Ana Maria Torres, expresó la satisfacción del Ministerio Público por poder contar con este tipo de experiencias, en que “cada uno elije qué hacer con su vida, pero si tenemos ejemplos como éste, sabemos que tenemos fórmulas para apoyar el cambio de las personas”.

Igual cosa destacó el magistrado Muñoz, quien expresó que “más allá de sólo adherirme a las felicitaciones expresadas a Oscar, quiero referirme a lo que este caso representa para nosotros como jueces, ya que estos son los resultados positivos que aportan a nuestro trabajo el sentido y valor. Agregar componentes tan importantes como éstos a nuestra labor nos llena de satisfacción”, aseguró el juez encargado de este primer egreso.

Oscar e Isabel tienen dos hijos, de 15 y 13 años, y en la audiencia el imputado agradeció al programa, porque a través de él hizo sus mejores esfuerzos y comprendió cuánto estaba perdiendo con una actitud típica del consumo de droga. Hoy, en cambio, su mujer fue clara: “Estamos felices como familia, mis hijos recuperaron a su padre y nosotros como pareja estamos felices, tanto así que nos casamos en febrero próximo”.

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