Sala de Prensa

07/10/2009

Jóvenes y difusión de sus derechos

La siguiente columna de opinión, escrita por la jefa de Estudios y Proyectos de la Defensoría Regional de Antofagasta, fue publicada ayer por el diario El Mercurio de esa capital regional.

El pasado viernes 2 de octubre tuvo lugar en el Liceo Mario Bahamondes de esta ciudad una Plaza de Seguridad, actividad organizada por la Secretaría Regional Ministerial de Justicia y que reunió a diversas instituciones y/o servicios dependientes y relacionados con el área. En el caso de la Defensoría Penal Pública, el encuentro constituyó una oportunidad para poder dialogar con jóvenes. A través de dos frentes, uno a modo de stand con folletería y atención personalizada y, por otro lado, a través de una charla dirigida a profesores y alumnos.

En dichas instancias fue posible dar a conocer a los estudiantes y sus responsables todo lo relacionado con sus derechos, introducirlos en la nueva legislación que los rige en materia penal, esto es la ley de responsabilidad penal adolescente y, en definitiva, escuchar sus planteamientos.

Cabe destacar que cuando se interactúa con jóvenes, lo primero que llama la atención es que ellos están muy lejos de los estereotipos que se les imponen, en particular, en relación con una supuesta apatía con que normalmente se les asocia en relación a diversos temas sociales. Por el contrario, en actividades como éstas se logra notar que efectivamente están muy interesados y, a pesar de su corta edad, tienen puntos de vista claros y  en sí  están muy motivados.

Por ello es importante no detenerse en lo que son los canales de comunicación hacia ellos. En la medida que se comparte la información, es posible prevenir conductas, que si bien pueden llegar a constituir algunas de ellas, acciones de poca lesividad, más de un mal rato les pueden ocasionar a un/a joven y consecuencialmente a su familia.

Esta experiencia también nos motiva a extender esta tarea de educación -llamémosla “cívica”-, en los colegios y liceos, no sólo destinado a jóvenes de educación media, sino también a avanzar en la difusión respecto de los más pequeños. Si consideramos que la actual legislación penal de adolescentes hace imputable a jóvenes desde los 14 años por sus actos, hay que avanzar en educar desde los 10 años, pues desde allí se puede efectuar una real prevención, y también una difusión de derechos, lo cual se traduce también en entregar más educación.

Loreto Flores Tapia, Jefa de Estudios y Proyectos, Defensoría Regional de Antofagasta.

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